Guanajuato.- Horas de angustia vivieron un grupo de jóvenes de la ciudad de Guanajuato al darse cuenta que un chilango se había colado a una de sus fiestas. El temor de los jóvenes radicó en que habían dejado al chilango completamente solo en la casa durante varios minutos en lo que ellos fueron a comprar más alcohol para seguirla, lo que les provocó un gran miedo de que parte de sus cosas ya no estuvieran al regresar.
Los chicos relatan que se fueron de antro y conocieron a un grupo de personas, a los cuales invitaron a su casa a un after para seguirla:
“Somos 4 roomies los que vivimos en la casa y esa noche se nos antojó ir a un antro, ahí conocimos a un grupito e personas pero la verdad ya en la peda ni nos acordamos de preguntarles de donde eran, y aun así los invitamos a la casa a seguirla.
La verdad nunca nos imaginamos que uno de ellos era chilango (aunque lo sospechamos porque traía tatuado en su pecho un escudo del equipo América). En la parte de abajo de la casa hay un espacio para hacer fiestas, ahí no tenemos nada de valor porque como somos estudihambres casi siempre hay fiesta en la casa, sin embargo, de haber sabido que uno de los que conocimos en el antro era chilango hubiéramos extremado precauciones.
Al no saber de dónde provenía y ya borrachos, se nos hizo fácil ir por más alcohol y dejar a dicho individuo solo en la casa. Sus amigos nos acompañaron, y fue de camino al Oxxo que nos dijeron que El Tuercas (El chilango) era originario del DF. En ese momento hasta se nos bajó la peda de los nervios, y nos apuramos para regresar lo más rápido posible”, comentó Laura, una inquilina.
Raúl, otro de los roomies, menciona que trataron de regresar lo más rápido posible a la casa para evitar una tragedia: “al llegar comenzamos a revisar que no faltara nada. Fuimos muy discretos porque no queríamos faltarle al respeto a nadie, pero la verdad al saber que habíamos dejado un chilango solo en nuestro casa si temimos lo peor”.
El tal Tuercas fue muy amable y nunca mostró indicios de querer hurtar algo pero con los chilangos uno nunca sabe. Por si las dudas, el resto de las fiestas las chicas no soltaron su bolsa en todo momento y nosotros no dejábamos de revisar cada 15 segundos que todavía teníamos nuestros celulares en nuestros bolsillos.
Después de unas horas finalmente los despedimos porque ya nos íbamos a dormir, la verdad quedamos sorprendidos que convivimos con un chilango y no había desaparecido nada, especialmente nuestras carteras”, puntualizaron.
Por: Omar Ariel Cortes