México.- Gran tristeza y depresión experimenta el presidente de la república, Enrique Peña Nieto, luego de confirmar (al ver las noticias) que fue el único político mexicano que no fue invitado a la mega fiesta organizada por Diego Fernández de Cevallos para celebrar su cumpleaños en su rancho de Jerécuaro, Michoacán.
EPN comenta que hace días se percató que “El Jefe Diego” había creado un evento en Facebook al cual no podía ingresar si no le mandaban la solicitud, sin embargo confiaba que Cevallos le mandaría la invitación, cosa que nunca sucedió:
“El año pasado incomodé un poco a Fernández en su cumpleaños porque me puse a pelear con La Gaviota enfrente de todos y además también discutí con AMLO porque Diego tuvo la impudencia de invitarlo.
Admito que yo la regué pero no pensé que se había disgustado tanto al grado de que este año no invitaría.
Lo que más me dolió fue que fueron todos mis conocidos, hasta algunos de mis guardaespaldas andaban ahí, la neta que poca, hasta el Norberto Rivera acudió y eso que es un sacerdote y no está bien visto que vaya a esos eventos”, dijo entristecido.
Peña Nieto comenta que está doblemente afligido porque esperaba que su mejor amigo, Carlos Salinas de Gortari, lo llevará a la fiesta aunque Diego no lo invitara, sin embargo Salinas tampoco se dignó a llamarle:
“Decidí poner a prueba la amistad de mi amigo Carlos y de otros supuestos camaradas: a todos les llamé el sábado diciéndoles que saliéramos a tomar… absolutamente todos me pusieron pretextos, ninguno tuvo el valor de decirme que irían a la fiesta de Diego.
No pensé que mi amigo Carlos me haría lo mismo porque somos BFF desde hace mucho pero me dijo que le dolía horrible el estómago y que no saldría.
Lamentablemente al día siguiente vi en las noticias un vídeo de la fiesta en donde se aprecia a Carlos divirtiéndose de lo lindo. Si no quería llevarme me hubiera hablado con la verdad en vez de mentirme, entiendo que los demás me hayan traicionado, pero de él sí me duele”, comentó.
Según varios testigos, Enrique acudió a la casa de Fernández con varios pomos para entrar de colado a la fiesta, sin embargo se dio cuenta que no había nadie en la residencia y decidió retirarse:
“Él se fue a un bar donde le dejaron meter los pomos que llevaba a cambio de pagar un descorche. Estuvo tomando toda la noche mientras revisaba su Facebook con la esperanza de que lo invitaran de último momento. EPN se pone muy mala copa en las fiestas, además es el típico que intenta hacerse el graciosito pero nunca lo logra, todos se hartan de sus malos chistes por lo que prefieren ya no invitarlo”, puntualizó un testigo.
Por: Omar Ariel Cortes