México.- Un fuerte desconcierto se vive en un municipio al norte de lo que era el estado de Tlaxcala (que por muchos años fue una leyenda, pero hoy se descubrió que si realmente si existe) luego de que amanecieran sin vida más de 2 mil mujeres, y según varios, la masacre se diera entre ellas mismas, que se destrozaron entre sí.
Tras realizarse una investigación, se reveló que la Jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, ordenó de forma exprés “crear una ciudad que solo fuera habitada por mujeres y se le impidiera el paso a los hombres”, luego de que un grupo de feminazis (no confundir con feministas) atacaran varios puntos de la capital, causando destrozos y agresiones, tanto ahombres como a las mismas mujeres.
Tras salirse todo de control, Claudia le solicitó de forma urgente al presiente López Obrador que le diera un municipio de Tlaxcala, zona totalmente segura porque nadie ha logrado entrar, cosa que reforzaría la seguridad para que los machos opresores no ingresaran, y que además estaría resguardada por puras mujeres:
“No hay entidad más segura que Tlaxcala, ya que prácticamente nadie sabe donde esta. Las feministas fueron llevadas en helicópteros a Puebla y después de 15 minutos en carro llegaron a un poblado desconocido pero con casas y todo lo necesario para comenzar a subsistir. Ese sería su refugio sin hombres y sin ningún macho que las acosara ni con la mirada, ni con la voz, ni con su presencia, ya que estas mujeres el solo hecho de que un hombre tenga pene aunque no les haga nada, es motivo para destruirlo.
La ciudad estaba resguardada por solamente mujeres militares y el gobierno les dio lo necesario para sobrevivir 1 mes, en lo que ellas mismas comenzaban a crear sus propios alimentos, ropa y otros accesorios para subsistir sin ayuda de nadie, y menos de varones.
Sin embargo, los problemas comenzaron cuando las feminazis lesbianas (el 80%) le ordenaron a las mujeres heterosexual que debían dormir juntas y serían sus esposas, esto creó un descontrol y las mismas feminazis comenzaron a acusarse de acoso sexual entre ellas.
Pero además no solo comenzaron los problemas sociales, económicamente cada una quería ser el líder que dominara la tribu, cada una se sentía el macho alfa que debía controlar todo, esto provocó disputas entre ellas mismas por ver quien era más macha. Comenzaron a pelear bajo el argumento de que la que ganará sería la reina, o más bien el rey porque la líder estaba dispuesta a adoptar una actitud de varón como siempre habían querido ser.
Al final nadie se salvó; desafortunadamente no había cámaras de seguridad para grabar lo sucedido, ya que las feministas dijeron que filmarlas era acoso sexual. Pero en la desesperación aproximadamente 100 mujeres sacaron sus celulares y filmaron todo lo que estaba pasando.
La misma actitud violenta y de animales que habían tenido al destruir la CDMX, la tuvieron en su propia aldea, solo que sin hombres y destrozándose a sí mismas.
Hay más de 100 testimonios de mujeres que filmaron con su celular como se destrozaban; unas huyeron y se puede ver como algunas se escondían pero de repente las encontraba un cabrón de 1.70 metros, gordo, pelón y con voz gruesa que se dirija a matarlas y acosarlas; pero ese cabrón no era un hombre, era una feminista vestida como el macho opresor que tanto dice odiar.
Lamentablemente no hubo registro de que alguna sobreviviera, pero si algo aprendieron fue que el problema no es que convivieran con varones, el problema es que se comportaban como simios irracionales, y con hombres o no a su alrededor, al final iban a terminar destruyéndose entre sí, porque su naturaleza es violenta y comportarse como animales sin control”, reportó desde el hospital, el periodista agredido en la marcha de la CDMX
Por: Omar Ariel Cortes