México.- Rosario Robles es una de las caras más reconocidas de la corrupción en México; teniendo infinidad de puestos gubernamentales y ser amiga de todos los integrantes de la mafia del poder (desde Carlos Salinas hasta López Obrador), la mujer durante décadas desvió no cientos, sino miles de millones de pesos que misteriosamente desaparecieron, y que hoy finalmente la han puesto en el ojo público al ser arrestada y trasladada al penal de Santa Martha Acatitla, en donde tendrá que demostrar la inocencia por todo el dinero perdido.
Sin embargo, a diferencia de otros políticos que hacen hasta lo imposible por negar que se han perdido millonarias cifras en su gobierno (que por supuesto fueron a dar a sus cuentas de banco), Rosario de forma burlona aceptó “que se desviaron más de $1747 millones de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), institución que entonces manejaba, y que en el 2018 fue acusada de usar un “método de triangulación” para robarse el dinero.
Fue en una entrevista para el noticiero de Carlos Loret de Mola en febrero del 2018, cuando Robles sin pena ni remordimiento aceptó “que ese dinero efectivamente se perdió pero no era su culpa”, lavándose totalmente las manos argumentando “que la ley la protegía”.
¿Cuál fue exactamente su pretexto para zafarse de dicho robo?, ella argumentó que la Sedatu contrató diversas empresas, desde universidades hasta televisoras, para que manejaran el dinero destinado, pero a su vez, estas empresas subcontrataron hasta 5 empresas más, teniendo el permiso de manejar el dinero a su antojo.
Por ejemplo, para la impresión de playeras y gorras, la Sedatu encomendó el trabajo a una universidad, que a su vez subcontrató una empresa, y esa empresa a la vez subcontrato otra, y así hasta que el dinero fue desapareciendo “y nadie sabe dónde quedo” (esto no es broma).
Por supuesto, en la investigación se reveló que la mayoría de esas empresas subcontratadas no existían, e incluso muchas ni siquiera tenían una ubicación física, es decir, el negocio no existía.
Lo patético es que siendo la autoridad, Rosario debía exigir investigar donde quedó ese dinero, sin embargo, se molestó y de forma burlona aseguró “que la ley permite a la Sedatu subcontratar empresas, y no es ilegal que estas subcontraten a su vez otras empresas”, mencionando que si en el camino se pierde el dinero, ya no es su responsabilidad, y tampoco nadie puede comprobar que se desvió.
La pregunta entonces surge ¿si ya sabe que con esta modalidad el dinero desaparecía, porque seguía usando la técnica de permitir que las empresas subcontrataran hasta 5 empresas por debajo del agua?, señalando que la ley lo permitía y ni modo, ella lo hacia porque no era ilegal, y pues ahí que le hagan como puedan con el dinero perdido.
Así, con ese descaro y sin pudor una gobernante, que paradójicamente se encargaba de combatir la pobreza, podía “permitir” que se desviaran casi $2 mil millones de pesos, y sin tantita pena argumentar “que uso un método legal”, y ya si se perdió el dinero ni modo, porque ella hizo “algo dentro del marco jurídico”.
Todo este descaro provocó que hoy la mujer que parecía invencible se encuentre tras las rejas, pero lamentablemente sucede algo similar al caso de Elba Esther Gordillo, que fue encarcelada pero hoy la doble de Chucky goza de su libertad e inmensa fortuna, y se ríe de los mexicanos en la cara. No se porque sospechamos que algo así sucederá con esta “misma gata pero revolcada”, llamada Rosario.
Por: Omar Ariel Cortes