México.- Gran sorpresa se llevaron los clientes de la cantina “Sal si puedes” ubicada en una colonia popular de la CDMX, luego de que la aspirante a la presidencia del 2018, Margarita Zavala, arribara con una libreta y pluma en mano y les pidiera “que por favor le prestaran su credencial del INE” porque necesitaba los datos para juntar firmas y poder obtener su registro como candidata independiente.
Según comenta Juan Sánchez, el más sobrio del lugar, desde hace años Felipe Calderón es cliente frecuente pero nunca habían visto en el lugar a su esposa ya que se rehusaba a ir “a un lugar tan naco”, señalando que al ver como fracasó su recaudación de firmas en el Zócalo y el Ángel de la Independencia, tuvo que verse en la necesidad de ir a rogarle a los teporochos que tanto criticaba.
“Calderón llegó aquí hace años porque ya en ninguna cantina fina lo dejan entrar, porque siempre se pone mala copa y causa disturbios. A él no le gusta tomar solo porque dice que eso es de borrachos, y como ya no tiene amigos que le sigan el paso de beber todos los días, tuvo que buscar alternativas como venir a esta cantina.
Por supuesto cuando llegó nos molestamos y casi lo sacábamos a patadas, pero la verdad ya con las copas nos fuimos desinhibiendo y resultó ser buen camarada, lo mejor es que siempre que viene pone rondas para todos.
Ya borracho las pedas saben igual en todos lados, no importa si es en un antro fino o un tugurio de mala muerte como este”, dijo.
El testigo menciona que Margarita siempre le hablaba a Calderón por celular para reclamarle que estaba “en esa pocilga de cantina”, y ahora fue ella quien sonriente acudió al lugar:
“Ella grita tanto que se escuchaba por encima del celular todo lo que le decía. Felipillo ya borracho solo se reía, pensamos que no le caíamos bien a la señora pero ayer llegó bien sonriente a pedirnos nuestra INE. Está bien que estemos borrachos y demás, pero no se la íbamos a dar así como así, mínimo que nos de una despensa o algo”, comentó.
El hombre menciona que la primera vez Margarita fue a la cantina acudió vestida “bien pipirisnais” con ropa de marca y actitud de diva, y le recomendaron ir “más como de pueblo” para que la apoyaran: “nos hizo caso y hoy se vino bien sexy con una minifalda. Al chile ya con 5 chelas la empezamos a ver sabrosa, y pues le dijimos que que nos daría a cambio de darle nuestra firma. Ella solo sacó un quinienton ($500 pesos) y pagó la primera ronda, ahí ya empezamos a hablar de negocios”; dijo.
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Los clientes comentan que incluso Margarita tuvo que bailar con algunos varones canciones de Marco Antonio Solís o Bronco, para convencerlos de brindarle su apoyo: “le dijimos que si ya estaba aquí para que se quejaba, mejor disfrutara, y se animó a echarse unos tequilas. Al final se fue contenta porque dijo que ni en el Zócalo le había ido tan bien ya que aquí logró juntar 15 firmas en menos de 3 horas, y cada una le salió bara ya que solo le pagó $300 varos para las chelas a los que le prestaban su INE.
De hecho dijo que hará un recorrido por más cantinas y bares de la zona, porque igual que a su marido, en los lugares fresas ya no la dejan pasar”, puntualizó.
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Por: Omar Ariel Cortes, idea de: Luis Morales