Extranjero no logra entender porque si un mexicano ya esta enchilado le sigue poniendo salsa a su comida

México.- Pierre Fenoy es un turista francés que actualmente se encuentra de visita en la ciudad de Guadalajara. Pierre asegura que su visita a México le ha permitido ver una de las cosas más bizarras de su vida ya que no logra entender porque cuando un mexicano ya está enchilado le sigue poniendo salsa a su comida a pesar de que está a punto de llorar y ya no puede respirar.

El francés no puede comprender por qué a los mexicanos les gusta torturarse poniéndole más salsa o chile a sus tacos (u otra comida) si ya están demasiado enchilados:

“Es como si alguien los obligara o como si fueran masoquistas: ellos (los mexicanos) ya no pueden respirar, se ponen rojos de dolor, comienza chillar…. pero aún así siguen poniéndole chile o salsa a su comida. Es algo tan bizarro, ¿realmente el mexicano disfruta ser masoquistas?”, se cuestionó.

Fenoy señala que cuando probó el chile estuvo a punto de ahogarse y duró 20 minutos mareado por el extenso picor que sintió, sin embargo pensó que dicha reacción solo la experimentaban las personas que comían por primera vez chile y los mexicanos ya eran inmunes a dicha sensación:

“Cuando probé por primera vez la salsa tuve una sensación terrible, pensé que me ahogaría y moriría. Supuse que los mexicanos ya eran inmunes a esas sensaciones y por eso disfrutaban tanto comer chile pero no: las salsas les siguen causando los mismos síntomas horribles que yo experimenté y aún así lo comen por montones aún y cuando ya no lo soportan. Realmente no puedo creer que alguien disfrute torturarse de dicha manera”, comentó.

Pierre considera que lo más extraño es que los mexicanos desean incrementar lo mayor posible la sensación de picor que sienten en vez de disminuirla.

El turista comenta que entrevistó a varios mexicanos para tratar de comprender si llegaban a sentir placer, pero la respuesta lo dejo más confundido: “ellos afirman que cuando están enchilados experimentan síntomas horribles pero eso precisamente es lo que les da placer. Lo más raro es que hasta tienen toda clase de remedios para calmar la sensación de ardor como comer pan, tomar agua, entre otras cosas que sirven como antídoto como si realmente alguien los estuviera obligando a torturarse de dicha manera. Lo peor es que cuando logran calmar los síntomas vuelven a enchilarse y así sucesivamente, es algo horrible”; puntualizó.

 

Por: Omar Ariel Cortes

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