México.- Gran sorpresa causó en todo el mundo el exgobernador del Banco de México, Agustín Carstens, al viajar a Brasil a una conferencia de economía, y sin quererlo, acabar con el incendio de la selva del Amazonas que acechaba desde hace días, y provocó una tragedia.
El asistentes de Agustín menciona que tras finalizar su conferencia invitaron a los asistentes a ver el desastre en el Amazonas, señalando que en un momento el mexicano se encontraba indispuesto ya que ingirió 3 toneladas de alimentos a la hora de la comida “y le dio el mal del puerco”, por lo que comenzó a experimentar mucho sueño, sin embargo decidió no ser grosero e ir a ver los daños de la catástrofe:
“Todo se conjuntó para que Agustín estuviera en el incendio, y gracias a su firme y potente cuerpo logrará acabar con las llamas. Tras la conferencia en Brasil invitaron a los asistes a ver el incendio para sensibilizarse, ese día Agustín no quería ir porque en vez de 2, ingirió 3 toneladas de alimentos, lo que provocó que se intensificará su mal del puerco (inmensas ganas de dormir tras comer), por lo que se mostraba indispuesto.
Sin embargo no quería ser grosero y finalmente aceptó la invitación, así que tras arribar al Amazonas no pudo contener hacer un gran bostezo, provocando que su inmensos pulmones exhalaran una gran cantidad de aire, acabando automáticamente con el 50% del incendio.
Lo curioso es que durante una hora estuvo intentando no bostezar para no verse grosero y que pensaran que tenía sueño, pero finalmente eso ayudó a mitigar el fuego, y la gente le pedía seguir soplando para apagar por completo la llamas”, relataron.
Según varios testigos, solo bastaron 3 soplidos de Carstens para acabar con la catástrofe: “al llegar a Brasil los habitantes se quejaron porque decomisaron la mitad de los alimentos del país para dárselos a Agustín, pero ahora es un héroe internacional e incluso planean poner un monumento de él junto a la figura del Cristo Redentor, solo que obviamente será en escala mucho menor, porque es imposible recrear una estatua con las dimensiones del cuerpo de Agustín.
Por: Omar Ariel Cortes, idea de: Eddy Ruiz