Hombre gay va a antro “hetero” y todos comienzan a especular que en realidad le gustan las mujeres

México.- Gran sorpresa se llevó Tommy Angello, un gay de 23 años que salió del closet desde los 16, luego de que la gente de la noche a la mañana comenzará a especular “que en realidad le gustan las mujeres y su vida es una farsa”, esto luego de que lo vieran en un antro buga (para heterosexuales), motivo suficiente para que la gente dijera que “batea izquierdo” y en realidad si le gustan las hembras.

Tommy señala que el fin de semana acompañó a su mejor amiga a un conocido antro “hetero”, y al llegar a su escuela todos comenzaron a verlo raro, e incluso las mujeres no querían que se le acercaran “por temor a que las acosara sexualmente”:

“Yo ya había ido muchas veces a antros normales o mejor conocidos como “heteros” con amigos, pero este fin de semana me fotografiaron y salí en un vídeo. Dos días después llegué y todos me veían raro, incluso Jaime, el homofóbico del salón, me saludó de mano cuando antes me decía que le daba asco por ser gay.

Lo peor es que las mujeres no querían que me les acercara, e incluso una me gritó que la estaba acosando sexualmente solo porque paso enfrente de mí, y para no chocar con ella porque es materia gris y ocupa un lugar en el espacio, la volteé a ver y eso fue suficiente para que dijera que la estaba mirando por su exorbitante belleza, y era acoso sexual.

Todo fue muy raro porque ya todos saben que soy gay, incluso todavía en pleno 2019 unos pocos me hacían burla por eso. Pero esta vez fue como si los papeles se invirtieran, y me vieran como un macho opresor”, relató.

Según comenta Tommy, en el recreo la única mujer que se le acercó sin temor a que la fuera a acosar sexualmente, le comentó que ya sabían su secreto, y es que era “hetero de closet”: “me voy a sentar contigo y confió que no me acosaras sexualmente. Ya todos sabemos que eres hetero de closet, y todo este tiempo fingiste ser gay para acercarte a las mujeres.

El sábado te vieron en el antro hetero; te vieron bailando incluso con mujeres. No tienes que fingir más, si vas a antros heteros es porque eres hetero, no nos quieran engañar. Lo único que te reprochamos es que hayas jugado con todos tus amigos, que hayas fingido ser gay para acercarte a nosotras las mujeres. Ya te descubrimos, si vas a antros heteros es porque seguramente eres hetero. No puedes poner un pie ahí sin que te guste el concepto, no finjas más. La verdad fingiste bien mucho tiempo porque parecías afeminado, pero todo se tratpo de una actuación para estar cerca de las mujeres, ya no mientas”, le dijo la compañera.

Angello señala que no entiende como la gente puede ser tan estúpida de creer que si un hetero va a un antro gay, entonces es gay, y si un gay va a un antro hetero, entonces es hetero: “o sea mana, a mí en el antro hetero no me pidieron que comprobara mi sexualidad para entrar, lo único que tuve que hacer para ingresar al antro hetero fue perder mi dignidad, y estar 3 horas parado afuera en lo que el cadenero se apiadaba de mí y mi amiga,  y nos dejaba entrar, y pagar el cover de $300 pesos. No me pidieron que comprobara si era gay o hetero, solo no ir fachoso y pagar el cover ¿apoco por eso ya soy hetero?”, comentó sorprendido.

Tommy comenta que ya se puso de acuerdo con Raúl, un compañero hetero que ahora es tachado de gay por ir a un antro gay, de que ya mejor ira cada quien a su antro para evitar especulaciones: “hace meses a Raúl comenzaron a decir que era gay porque lo vieron en el antro de ambiente de la ciudad, acompañando a un amigo. Pensé que exageraban pero ahora dicen que yo soy hetero por ir a un lugar hetero. En fin, ya hablamos y mejor cada quien irá a su antro, porque no puede ser que en pleno 2019 todavía la gente invierta tiempo en hablar sobre si alguien fue visto en un antro gay o hetero. O esperen, esa es gente fracasada y sin vida, así que si les hago caso yo seré igual, así que mejor se cancelan los planes, yo iré a donde se me pegue la gana, y que hablen lo que quieren #SiemprePopularNuncaInpopular”, puntualizó Angello.

Por: Omar Ariel Cortes

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