Huachicoleros son contratados en El Deforma por su experiencia para hurtar: “nunca habíamos robado tanto como aquí, somos una porquería» 

México.- gran humillación, tristeza y asco experimentan decenas de huachicoleros, luego de que se quedaran “desempleados” tras cierre de varias gasolineras donde se descubrió que había robó de combustible, y tuvieran que verse en la penosa necesidad de entrar a una de las empresa más patéticas y asquerosas del país: la página El Deforma.

Los huachicoleros señalan que estaban conscientes que hacían algo malo y su trabajo era ilegal, pero nunca pensaron que se denigrarían tanto al grado de terminar en una empresa patética que se la da de recta, revolucionaria, inteligente y exitosa, cuando en realidad es una cochinada donde sus empleados son contratados por su facilidad para robar. Mencionando que ni siquiera hurtar gasolina los hacia sentir tan denigrados como llegar a una oficina con 30 personas arrumbadas, para ponerse a revisar contenido de internet y ver que plagian.

Los ex huachicoleros comentan que evidentemente no tenían un curriculum para conseguir nuevo empleo, sin embargo, sorpresivamente fueron los editores de la porquería de Deforma quienes los buscaron. Y además de denigrarse al robar diariamente contenido, solo reciben la flamante cantidad de $100 pesotes por nota, y tienen que pelear por un bono entre todos aunque su contenido alcance millones de visitas a la semana:

“En el huichacoleo simplemente robábamos gasolina y ya, era todo, aquí tenemos que poner caras de idiota sintiéndonos los máximos creativos, pero no solo eso, nos obligan a usar un lenguaje que teníamos cuando íbamos en la prepa en los 90´s.

Me dicen que recuerde cuando iba en la secundaria hace 20 años, en la entrevista me preguntaron que palabras estaban de moda en esa época y yo les dije que chido, compa, carnalito, entre otras, y me dicen que así escriba las notas, ya que a la chaviza es lo que les gusta.

Les comenté que ya pasamos esa etapa y no somos más adolescentes, y actualmente esta otra generación que no habla así, pero el que me entrevistó solo prendió un cigarro de mota y comenzó a reírse para que dijera; hay que chavo tan locochon, cuando ya hasta canas tenía en la barba. Todo es tan patético; la oficina huele a pedo, hay señores pelones que se sienten chavos, tipos que se sienten creativos y les apesta la boca a cigarro y mota, y que aunque tienen panza fofa creen verse juveniles.

Lo peor es que no importa que robemos, no importa si un meme es viral o pocos lo vieron, de todo lo que llame la atención tenemos que hacer una nota sin gracia, desesperada y urgida. Tenemos que ponerle a fuerzas esas palabras que ellos usaban cuando eran chavos y que se rehúsan a aceptar son de otra generación, y al final subirla y esperar los likes, y aunque sepamos fue algo robado hacernos la chaqueta mental de que somos unos genios.

Pero no importa; aunque haya notas robadas y seamos la escoria de los medios de comunicación todos en la oficina se siente los máximos creativos compartiendo el contenido, somo tan asquerosos por fuera como por dentro”, comentó llorando un huachicolero, mientras entraba a El Ruinaversal por ordenes del jefe a ver que robaba.

El huachicolero señala que si se pudiera hacer una comparación, realmente era poco el robo que hacían de combustible con la cantidad de notas que tiene que generar: “no solo es entrar a El Ruinaversal, también nos obligan a ver las tendencias y hacer notas de los memes o comentarios virales. A entrar a ver comentarios de usuarios y de los que tengan más likes, hacer una nota, y en general de todos los lugares donde podamos plagiar.

Ya no soporto al tipo que hace capsulas y se siente analista político, y vive traumado porque jamás será el galán de telenovelas que espera y cuya desesperación por ser visto así es percibida por todos, al tipo pelón que en El Deforma de antaño solo hizo una nota popular y en todos los medios habla de ella, al apestoso a cigarro que cree que por fumar mota es jovencito. Ya no aguanto estar aquí pero el hambre es canija y no tengo a donde ir, en ningun otro lugar nos aceptan como ladrones, más que aquí”, comentó el testigo arrepentido de sus actos, al ver la podredumbre en la que había caído

Por: Omar Ariel Cortes, idea de: José Vidal

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