México.- Bien dicen que la clase y elegancia no van de la mano con el dinero, y mientras hay gente pobre que se sabe comportar de manera digna en los lugares a donde acude, existen otros con una posición económica privilegiada y que se codean en las más altas esferas del poder, pero que pierden la compostura y sacan a relucir su lado naco y arrabalero sin importar que decenas, miles o millones de personas los estén viendo.
Y es que desde que La Gaviota llegó al poder al ser esposa de Peña Nieto, el gobierno literalmente se convirtió en un circo donde no solo famosos sin el más mínimo nivel de cultura se vuelven diputados o senadores, sino que ahora hasta Los Pinos y el Palacio Presidencial parecen foros de Televisa donde actores se pasean a sus anchas, y hacen escenas bochornosas como si estuvieran protagonizando un culebrón de la televisora que alguna vez fue relevante.
Con el ingreso de la dupla Peña-Rivera, se volvió algo común que a las ceremonias del grito y otros eventos oficiales asistan celebridades como Paty Chapoy, Maxine Woodside, Jorge Campos o recientemente la actriz Chantal Andere, que sin importarle que una cámara la estuviera grabando se puso a discutir con su marido en pleno evento del festejo de la independencia, frente a millones de mexicanos que sintonizaban la ceremonia.
Chantal (que se volvió intima amiga de Rivera cuando esta era actriz de telenovelas), fue una de las invitadas de lujo que asistió a Palacio Presidencial este año para ver desfilar a Angélica y Enrique antes de salir a dar su último grito de independencia.
Todo parecía normal hasta que de repente Andere y su esposo Enrique Rivero, comenzaron una acalorada discusión que intentaron disimular, hasta que los ánimos fueron subiendo y se manotearon, hicieron caras y mostraron su descontento ante millones de ciudadanos que solo querían que Enrique y Angélica salieran para criticarlos.
Nadie sabe porque se originó la discusión, pero según algunos medios, todo empezó cuando el esposo saludó “de lejitos” a alguien que también se encontraba en el lugar, situación que por alguna razón provocó la ira de Chantal que sin importarle perder el glamour y guardar la compostura (que pupusamente la gente fina debe tener), inmediatamente puso una cara de “oliendo popo” para mostrar su descontento, a lo que él marido intentó calmar provocando solo que la ira de la mujer incrementara, e incluso lo aventara y manoteara cuando este intentó abrazarla, todo mientras la pareja presidencial desfilaba reluciente hacia el balcón presidencial.
Para justificar su acto de naques, la mujer aseguró para un medio que ella y su esposo “no estaban peleando, sino jugando”, por lo que en caso de que esto fuera realidad, ¿siendo unos adultos se ponen a jugar en una ceremonia que supuestamente es formal y merece respeto como es el evento del grito?, sean peras o manzanas, queda claro que la elegancia si esta peleada con el poder y riqueza, ya que hay personas humilde que guarda mejor la compostura que mucha gente que se dice pipirisnais, pero a la mejor provocación sacan a relucir el barrio que llevan dentro, o a ponerse “a jugar” en eventos serios como aseguran.
Por: Omar Ariel Cortes