México.- Gran tristeza y desolación experimenta la familia de Juan Gutiérrez, un electricista de 40 años, luego de que la mañana de hoy fuera internado en un hospital de urgencia al sufrir una sobredosis de drogas que adquirió en Elektra.
La esposa de Juan comenta que su marido comenzó a endrogarse poco a poco en Elektra hasta que un día simplemente ya no podía alejarse de todas las drogas que tenía en la tienda:
“Hace 15 años él sacó una televisión a abonos chiquitos, solo unos meses después sacó la cocina para equipar nuestra casa (a pesar de que sabía de las consecuencias de endrogarse), y así poco a poco fue adquiriendo más mercancía a crédito hasta que un día se dio cuenta que estaba tan endrogado que terminaría de deshacerse de las drogas que tenía en 130 años. Fue horrible porque él ya era adicto a las drogas en Elektra pero su vicio se volvió tan grande que también comenzó a endrogarse con mercancía de otras tiendas, como Coppel o Soriana”, señaló preocupada su mujer.
La cónyugue comenta que el hombre se había vuelto dependiente a esas drogas y no podía dejar de consumirlas a pesar de que estaba consciente de los daños:
“Intentó dejarlas pero cada que iba a la tienda a pagar un abono terminaba comprando más mercancía y regresaba cada vez más endrogado.
Por culpa de eso comenzamos a tener problemas financieros ya que se gastaba toda la quincena en pagar las drogas. Actualmente vivimos una situación muy triste, todo lo que gana va directo a los dueños de Elektra (las personas que lo volvieron adicto), él solo trabajaba para poder solventar la adicción que tiene”, comentó.
La mujer señala que al momento de la sobredosis lo primero que hizo fue llevarlo a un hospital privado, sin saber que le saldría más caro el remedio que la enfermedad:
“El hospital general nos queda a varios kilómetros y lo más cerca era un hospital privado, lo llevé sin pensarlo porque estaba desesperada.
Lo internaron de inmediato y afortunadamente lograron salvarle la vida, pero el remedio resultó peor porque al ver la cuenta del hospital nos dimos cuenta que había salido más endrogado de como entró, por lo que en cualquier momento puede sufrir otra sobredosis.
No sabemos qué hacer, queremos internarlo en un centro de rehabilitación pero no tenemos dinero. Las drogas de Elektra, de los hospitales privados, y otras empresas, vuelven adictas a las personas y las orillas a ingresar a un ciclo infinito del que nunca podrán salir, por lo que mi marido será drogadicto toda la vida”, puntualizó llorando.
Por: Omar Ariel Cortes