México.- Luego de que se anunciara que la cantante Natalia Lafourcade se presentará en la ceremonia del Óscar para interpretar la canción “Recuérdame” de la película Coco, uno de sus múltiples clones, Carla Morrison, reveló a una de sus amigas que organizará un plan para “usurpar a Natalia” aprovechando que tienen la misma voz, mencionado que de look tambien son muy similares pero las distinguen unas cosas pocas, principalmente el peso.
Fue una revista de espectáculos quien presentó el polémico audio, donde Carla revela que no le importa lo que tenga que hacer, ella es la que se presentará en los Óscars haciéndose pasar por Natalia, para que al final que todos queden impactados con su talento y posteriormente revelar la verdad para dar el salto a nivel internacional:
“Si Morrison logra secuestrar a Natalia para que no vaya a los Óscar y presentarse ella en su lugar, respecto al canto es obvio que nadie notará la diferencia; es como si tuvieran exactamente la misma voz y técnica vocal, e interpretaran idéntico. El problema son las pequeñas diferencias físicas que las distinguen, lo principal es el peso, pero Carla ya dejo las garnachas y está entrándole duro al gym para adelgazar unos kilos, ya con eso y con ponerse una corona de flores quedará idéntica a Natalia”, relataron.
Los periodistas mencionan que el plan podría resultarle contraproducente a Carla, ya que si adelgaza podrían confundirla con Mon Laferte, Julieta Venegas y hasta Ximena Sariñana:
“Ella tiene que ser cuidadosa, son los pequeños detalles los que diferencian a estas artistas. Todas lucen igual pero tienen pequeñas cosas que las distinguen, como sucede con los gemelos.
Tiene que analizar bien que look usará, los accesorios que utilizará, un error podría hacerla parecer comoLaferte, Julieta o Ximena y sus planes se vendrían abajo.
Lo primero es crear el plan para secuestrar a Lafourcade, ya que lo haga emulará su estilo que de por si es casi idéntico, y entonces si la podrá usurpar en los Óscars para dar el brinco internacional”, puntualizó una amiga.
Por: Omar Ariel Cortes