México.- Un fuerte desconcierto se vive en un pueblo de Campeche, luego de que se registrará el primer caso a nivel mundial de un perro que ladra y si muerde, señalando que se trata de un hecho insólito ya que las tradición indica que si un can ladra no debe morder, por lo que científicos alemanes ya se encuentran investigando si el animal tiene alguna mutación genética, o cual es el factor que provoca su extraña condición:
Según comenta Juan Sánchez, la persona a quien el animal mordió, se encontraba caminando en la calle y de repente salió el imponente perro, provocando que se espantara y temiera que lo mordiera:
“Iba caminando por una vereda y salió este enorme perro, se me quedó mirando como esperando a atacarme. Yo hice lo que todo buen mexicano hace: fingí que tenía una piedra invisible en mi mano y que se la iba a aventar, el perro me miraba y lo peor es que no ladraba, esa era la señal de que me mordería.
El hecho de que no emitiera sonido alguno me hizo entrar en un pánico tremendo, pero de repente comenzó a ladrar y el alma me regresó al cuerpo, ya una vez ladrando sabía que no me iba a morder, así que tiré mi piedra invisible y seguí caminando como sin nada”, relató.
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Juan señala que jamás pensó que el perro finalmente terminaría atacándolo: “pese a que era enorme e infundía miedo, seguí caminando porque al ladrar pensé que no mordería, sin embargo a los pocos segundos sentí un gran mordisco en una de mis nalgas: los colmillos del perro estaban destrozándome, grité de dolor y el perro seguía muriéndome, hasta que nuevamente saqué mi piedra invisible e hice como que se la iba a aventar, y solo así huyó despavorido”, comentó.
Según relata el hombre, al principio todos creían que había escuchado ladrar al perro por lo mal que estaba: “me dicen que es imposible que un perro que ladra me haya mordido, aseguran que tal vez por el impacto del ataque mi mente se confundió y ahora pienso que ladró cuando no fue asi, pero no estoy mintiendo, realmente se escucharon sus ladridos y me mordió.
Debemos estar atentos, tal vez la nueva generación de perros podría ladrar y también morder. Antes el hecho de que ladraran era sinónimo de que no agredirían, pero ahora esto ya no garantiza nada, hay que cargar todo el tiempo piedras invisibles para aventarlas en caso de un ataque canino”, puntualizó.
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Por: Omar Ariel Cortes, idea de: Josué Martínez