México.- Un fuerte enojo, miedo y malestar experimenta el presidente de la república, Enrique Peña Nieto, y los gobernadores queretanos José Calzada y Francisco Domínguez ,tras llevar literalmente 4 días esperando en la sala de un IMSS a ser atendidos de la infección que adquirieron en los ojos de forma extraña en el municipio de Colón, Querétaro, tras acudir a un evento.
Según varios medios, desde hace tiempo EPN quería acudir al IMSS cuando se enfermara para demostrar que el servicio no es tan deficiente como todos aseguran:
“Antes de retirarse del poder, Nieto quiere restregarle en la cara a la gente todas las exageraciones que hacen para desacreditar al gobierno. Desde hace tiempo planeaba tratarse en un IMSS cuando se enfermara para demostrar que es una de las mejores clínicas, ya que las personas critican que los políticos hablan maravillas de ese hospital pero siempre van a tratarse a clínicas privadas.
Al sufrir el accidente de la infección en los ojos Enrique aprovechó para ser trasladado al IMSS más cercano que era el de Querétaro capital, sin embargo jamás se imaginó el calvario que viviría junto con Calzada y Domínguez, a quienes no les pidió que lo acompañaran, sino que les ordenó que lo hicieran para poner el ejemplo”, relató el asistente de Nieto.
El trabajador señala que desde que llegaron se enfrentaron a distintos problemas, convirtiendo su estancia en un calvario:
“Ellos llegaron gritando de dolor por la infección en los ojos, pensaron que los atenderían de inmediato en urgencias pero aunque se estaban muriendo les pidieron su cartilla. Como no tenían les negaron la atención, fue hasta después de 10 horas de trámites que accedieron a darles una ficha solo porque eran políticos.
Los gobernantes seguían retorciéndose de dolor con temor a perder la vista, sin embargo les dijeron que urgencias estaba lleno y tenían que esperar en la fila junto con otra mujer que estaba dando a luz, uno que se clavó sin querer un cuchillo en el pecho, y uno que fue llevado en coma por un accidente.
Tras horas de suplica finalmente un doctor se acercó a verlos, y aunque estaban gritando de dolor el médico todavía les hizo la pregunta ¿les duele mucho?, y tras sentirse humillados respondieron que sí, y el médico les dio una pastilla de paracetamol y les dijo que con eso se calmaría el dolor.
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Fue tanta su desesperación que después de un día de agonía en la sala principal, finalmente los pasaron a otro lugar más privado donde solo les pusieron suero y unas batas pero nuevamente los dejaron ahí sin atenderlos, situación que se prolongó hasta hoy lunes”, relató.
Según el asistente, a Peña y sus acompañantes solo les han dado unas gotas para los ojos, por lo que temen perder la vista: “no quiero decirle nada a mi jefe pero yo vi cuando una enfermera rellenó el bote de las gotas para los ojos con agua de la llave, y les dijo que era un suero especial.
Ellos se han puesto el líquido pero obviamente no se les calma el dolor ni sienten mejoría. Suplican que por favor sean atendidos ya que no quieren que esto pase a mayores y pierdan la vista, sin embargo no pueden romper su promesa e irse a un hospital privado, por lo que tendrán que esperar 15 días en lo que son atendidos, y todo para que seguramente el doctor solo les recete paracetamol y los devuelva a sus casas”, puntualizó.
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Por: Omar Ariel Cortes