México.- Gran sorpresa y desconcierto causó entre sus conocidos y familiares Rogelio Ortiz, un hombre Otaku de 30 años de edad, luego de que saliera a la calle vestido con “ropa normal” y no con atuendos de Flash, Iron Man, Batman, Spiderman y hasta Sailor Moon y otros personajes, como generalmente acostumbra.
Los padres comentan que desde los 15 años Rogelio se volvió Otaku y comenzó a disfrazarse de personajes de comics, videojuegos, cine y televisión, sin embargo esto provocó que poco a poco fuera olvidándose de la identidad con la que nació, y cada día se creara una personalidad diferente dependiendo del atuendo que usaba:
“A los 15 años empezó a ir a esas convenciones frikis y se disfrazaba una vez al mes, luego comenzó a vestirse una vez a la semana pero solo dentro de la casa, hasta que posteriormente se animó a salir a la calle disfrazado.
Cuando empezó a salir no se vestía tan exagerado, solo se ponía peluca y playeras que traían dibujos algún súper héroe, pero luego las playeras se convirtieron en disfraces y así empezó su transformación total.
Posteriormente comenzó a no responder si lo llamábamos por su nombre y no por el personaje del que vestía, así pasaron los años hasta que un día dejo para siempre la personalidad de Rogelio, y adoptó (de tiempo completo) la personalidad de los personajes que se disfrazaba.
A veces se viste de un mismo personaje por un mes, o a veces cambia de personalidad diariamente. Desde hace más de un año no lo habíamos visto usando ropa normal, hasta el día de hoy por alguna razón se vistió con ropa tradicional”, dijo la madre.
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Ortiz por su parte señaló que decidió vestirse como la gente “común y corriente” para festejar el día del Otaku y hacer algo diferente: “mucha gente que no entiende el significado del cosplay se disfraza este día y denigran el significado de la celebración.
No se trata de disfrazarse como si fuera Halloween, para ser Otaku y ponerse un cosplay hay que sentir esa pasión de querer ser como el personaje. No importa si no nos parecemos físicamente, lo importante es respetar la esencia el súper héroe o personaje del que nos disfrazaremos, comportarnos como él y literalmente volvernos él, eso es lo que la gente no entiende”, señaló.
El hombre comenta que sintió al disfrazarse de “persona normal” por el día del Otaku: “sinceramente no me identifico con los humanos de mi ciudad ni del mundo. Tal parece que mi cosplay de persona común y corriente fue un éxito porque en la calle nadie me veía ni me prestaba atención, y eso era precisamente lo que quería lograr; ser invisible como todos los que me critican y se burlan de mí, cuando ellos son solamente uno más del montón, mientras que yo tengo el valor de ser quien yo quiero cuando me disfrazo”, puntualizó.
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Por: Omar Ariel Cortes