México.- Gran desconcierto y asombro vive en la comunidad médica de todo el mundo luego de que un hombre mexicano con una grave enfermedad terminal fuera curado de manera milagrosa por una abuelita a pesar de que los doctores le daban solo 6 meses de vida.
El hombre (que prefirió no revelar la enfermedad que tenía) mencionó que visitó a más de 10 especialistas en todo el mundo, quienes le dijeron que solo le quedaban unos meses de vida en la Tierra debido a su grave estado de salud:
“Primero me deprimí, después me resigné y comencé a despedirme de todos mis conocidos. Había probado cientos de tratamientos pero todos los doctores me dijeron que nada iba a funcionar y ya estaba cansado. Mientras me despedía fui a visitar a un amigo a su casa y ahí conocí a su abuelita, quien al escuchar mi historia decidió ayudarme”, señaló el hombre visiblemente repuesto.
La persona relata que la señora le compartió un remedio casero ancestral que solo las abuelitas conocen y que tiene el poder de curar cualquier enfermedad:
“Ella me regaló un suéter y me dijo que me lo tenía que poner siempre que saliera a la calle sin excepción (así el clima estuviera a 50° centígrados), además antes de irme me dio un caldito de pollo y me dijo que tenía que comer una dosis de ese caldo todos los días. Fue algo milagroso porque a las pocas semanas de seguir sus instrucciones comencé a sentirme mejor, incluso los doctores se quedaron sorprendidos de ver que la enfermedad poco a poco iba desapareciendo”, señaló.
El chico menciona que a las pocas semanas de ponerse el suéter y comer su caldito de pollo como le recetó la abuela, la enfermedad desapareció por completo:
“Médicos de todo el mundo se enteraron del caso y vinieron a examinarme, determinaron que mi cuerpo no posee ningún tipo de defensas especiales o algo similar que me ayudó a combatir mi enfermedad: mi cura fue posible gracias a su método de poner un suéter y dar de comer caldo de pollo. Mis problemas de salud desaparecieron y ahora soy una persona renovada”, señaló sonriente el hombre quien ahora gracias a la Yaya de su amigo tiene una nueva esperanza de vida.
Por: Omar Ariel Cortes