México.- Un fuerte desconcierto experimenta Firulais, un can que hace 6 meses se salió de la casa de sus dueños y desde entonces vive como perro callejero, al darse cuenta que “todo estos meses ha vivido engañado” y los humanos se han burlado de él aventándole “piedras invisibles” que simple y sencillamente no existen, con la finalidad de espantarlo para alejarlo de un lugar.
Firulais comenta que cuando comenzó a vivir en la calle no entendía porque la gente lo trataba tan mal, señalando que la agresión de los humanos hacia él fue aumentando al grado de que comenzaron a aventarle piedras para espantarlo… piedras que ahora se ha dado cuenta nunca fueron reales:
“Cuando me salí corriendo de mi casa quise regresar pero ya no me acordaba como llegar. Después de unas horas de caminar tenía mucha hambre y me acerqué a unas bolsas de basura que había afuera de un restaurant, pero de inmediato una persona salió con una escoba con la intención de pegarme para que me fuera, ¡jamás me habían tratado tan mal”, dijo entristecido,
El perro comenta que no entendía porque la gente lo odiaba tanto: “cuando la gente me ve se cruza de calle o incuso intentaban patearme. Lo peor fue cuando hace días pasé junto a una señora y ella alzó su mano para lanzarme una piedra, yo no veía que trajera nada pero me espanté porque no quería que me golpeara y mejor me fui corriendo”, relató.
El animal menciona que cada vez era más la gente lo alejaba con “piedras que no se veían”: “pensaba que eran piedras que solo eran perceptibles al ojo humano. Lo raro es que algunos si me las aventaban pero nunca me pegaban, sin embargo yo prefería correr para no arriesgarme a recibir un golpe”, comentó.
El can menciona que posteriormente conoció a otro perro callejero “mucho más grande que él” (6 meses de diferencia) y este le explicó que todo era un engaño de los humanos:
“El perro señor me dijo que él ya había vivido mucho, y con su experiencia se había dado cuenta que los humanos nos engañan aventándonos piedras falsas. Me dijo que las piedras no son invisibles, sino que simplemente no existen y todo se trata de un miedo psicológico que nos infunden para espantarnos, haciéndonos creer que nos golpearan de verdad. Me recomendó que a la otra no corra hasta ver que la persona tiene una piedra real y que se vea, y que haga nada si veo que solo están moviendo la mano pero no traen nada” dijo.
Firulais menciona que intentará sobrevivir como perro callejero: “no pierdo la esperanza de volver un día a mi hogar y jugar otra vez en mi jardín, pero por ahora tengo que ser fuerte y sobrevivir a la calle, debo conocer más trucos como el de la piedra invisible para que los humanos ya no se burlen de mi ni me hagan daño. Ser perro callejero es una lucha diaria, hay que conocer varios trucos para defenderse”, puntualizó.
Por: Omar Ariel Cortes