El pobre pendejo se duerme en sus laureles creyendo ser el centro del mundo: “Si tu no hablar mi idioma tu ser naco ignorante”, comentó. Pero claro, nunca falta el acomplejado que le lame las patas por ser extranjero
El pobre pendejo se duerme en sus laureles creyendo ser el centro del mundo: “Si tu no hablar mi idioma tu ser naco ignorante”, comentó. Pero claro, nunca falta el acomplejado que le lame las patas por ser extranjero