Estados Unidos.- El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom, informó a los medios que a partir de hoy la condición conocida como “Chavo ruco” (adultos que se rehúsan a aceptar que ya son maduros y se aferran a comportarse como adolescentes o jóvenes) será considerada como una nueva “enfermedad mental” por lo que estas personas podrán ser clínica y psicológicamente tratadas, además de que se catalogará como un trastorno “que puede afectar de forma peligrosa el entorno del perjudicado y de la gente que lo rodea”.
Tedros señaló que aunque lo tomen de broma, los “Chavo rucos” tienen una alteración preocupante en su propia percepción, poseen tintes de paranoia y alucinación al creer que la gente los percibe del modo que ellos se consideran, así como una clara afectación cognitiva que impide que desarrollen la apreciación del tiempo correctamente, por lo que prácticamente están convencidos de que que los años no han pasado por ellos, y además que realmente la gente también los percibe de dicha manera:
“Entiendo que la condición del chavo ruco tiene los elementos para ser objeto de burla o de sátira social, sin embargo estamos hablando de una patología sumamente delicada ya que demuestra que el adulto que la padece tiene varias características, que reflejan un deterioro de su salud mental, física y emocional.
Estas personas no solo están convencidas que el paso del tiempo no los ha afectado a ellos, creyendo tener super poder que los hace envejecer muchísimo menos que el resto de la población, además de que su edad mental no equivale a su edad real que se rehúsan a aceptar.
Además poseen una grave influencia de delirio ya que están convencidos que todos en su entorno, incluso la gente que los conoce de años, consideran que todavía lucen, se ven y en general que son unos chavitos 10, 15, 20 o hasta 30 años menor a la edad que tienen.
Existe un claro complejo del síndrome de Peter Pan pero en un enfoque adolescente, ya que mientras los que padecen esta enfermedad se aferran a ser siempre niños, los chavo rucos se empeñan en quedarse en su época de adolescente o jóvenes que terminó hace dos décadas, pero que aunado a un desajuste químico que tienen en el cerebro, consideran que 10 años de su vida es equivalente a solamente 1, y por eso se ponen a la par de personas que literalmente podrían ser sus hijos o hasta nietos.
Ellos creen que con hacerse los chistositos, tiernitos, bonitos, inocentitos, la gente los verá automáticamente como un veinteañero pese a que ya rondan los 40 años de edad, y su desequilibro mental es tanto que incluso se rehúsan a convivir con gente de su edad, argumentando que no tienen nada en común con personas de su generación porque realmente están convencidos que todavía son unos preparatorianos.
Además es común que estas personas intenten reflejar un tipo de inocencia totalmente fingida para dar una imagen infantil, creyendo que este tipo de actos rejuvenece automáticamente su físico, y es por eso que se sienten tan identificados con sus amigos o hasta pareja sentimental una, dos y hasta tres décadas menores, porque realmente creen estar a la par”, señaló el presidente.
Adhanom menciona que “el hecho de estar atrapados en el tiempo” o que la percepción de los años sea menor a los chavo rucos, solo incentiva un delirio que podría terminar en loquera real, y causar severos daños:
“Cuando un chavo ruco se da cuenta que por comportarse de forma infantil, hacer vídeos de youtube haciéndose el tierno inocente, o aferrándose a tener las mismas poses juveniles y frases locochonas de hace 15 años, no lo hace ver más joven, sino que se ve como un señor aferrado a ser chavito, entonces explota una decepción tan grande que provoca una locura irreversible.
Este desequilibro mental va aumentando, hasta que llega un momento que ya no puede controlar su situación real, y prefiere vivir en una alucinación permanente causando un trastorno de locura, por lo que el chavo ruco pierde totalmente la noción de la realidad provocando que siga comprando su ropa en el área de Junios o Teens pese a ser treintañero o cuarentón, o incluso haciendo cosas totalmente incoherentes como catalogar de rucos y viejos a personas que incluso son uno o dos años menores que él, negándose por completo a aceptar la idea que podría ser el papá de quienes son sus amigos o pareja.
El experto menciona que por ahora han tratado a 100 chavos rucos, quienes han tenido un avance, y aunque se siguen comportando de forma juvenil han dejado de tratar de dar “una imagen inocente y tierna” para que la gente crea que son chavitos inexpertos:
“Los cambios son poco a poco, la idea no es hacerles creer que son viejos, pero tampoco que crean que aún están en la etapa de los 20´s cuando ya doblan esa edad, y entender que tampoco pueden juzgar a gente de su misma generación, orque aunque les duela, su época de adolescencia hace mucho paso, y en vez de regresar, poco a poco se ira esfumando cada vez más”, puntualizó.
Por: Omar Ariel Cortes