Alejandra Guzmán inicia su mutación oficial para convertirse en Silvia Pinal   

México.- Gran sorpresa causó la reconocida cantante Alejandra Guzmán, al presentarse en un evento luciendo una cara muy diferente, que según varios medios “está a un paso de ser idéntica a la de su mamá Silvia Pinal”, sin embargo lo curioso es que  Alejandra se esta transformando en Silvia después de las operaciones de cara, por lo que el parecido no se debe al paso del tiempo, sino a que parece que comparten el mismo cirujano plástico y se empeñan en quedar idénticas gracias al bisturí.

Según varios medios, Alejandra ha iniciado “la mutación oficial” para ser un clon de su madre después de los múltiples procedimientos estéticos, que por alguna razón les hincha la cara y se las dejan tipo “guante de beisbol”:

“Por supuesto es natural que los hijos cada vez se parezcan más a sus padres, sin embargo en el caso de Silvia ella transformó por completo su rostro al someterse a múltiples cirugías, adquiriendo la cara de manopla de beisbol que se les hace a varias famosas como Lyn May, Gomita, y en general el 90% de las artistas que se operan.

Lo curioso es que Guzmán se esta pareciendo a su madre pero tras alterar su cara con las cirugías, por lo que su mutación no es por el proceso natural de ser madre e hija, sino por el proceso de someterse a cirugías que en vez de ayudarlas les deforman el rostro”, comentó un experto.

El doctor menciona que Alejandra se someterá a 30 estiramientos más de rostro, se inyectará diariamente botox y se realizará otros “arreglos” para lucir como se ve su mamá ahora por las cirugías:

“Muchos penaron que Guzmán envejecería con dignidad sin someterse a tratamientos, y por eso los fans estaban a la expectativa de como se vería de grande pero sin operaciones, ya que así se hubiera visto su mamá Silvia si nunca se hubiera tocado la cara.

Sin embargo decidió seguir el mismo camino y operarse para parecerse cada vez a su madre, pero no de forma natural, sino deformada por las operaciones”, puntualizó el experto.

Por: Omar Ariel Cortes

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