Juanito de Iztapalapa: la patética historia que refleja las maldades que AMLO tuvo que hacer para llegar al poder

México.- No es que odiemos a López Obrador, pero nos parece increíble que con el historial que se carga, existan fanáticos que lo consideren poco menos que un santo, y que aseguren que realmente es el cambio verdadero cuando durante décadas ha demostrado moverse bajo la misma táctica de todos los políticos corruptos, siendo una copia exacta del PRI y el PAN que tanto dice odiar.

Lo más incoherente es que adopta la patética estrategia de afiliar en su partido gente poco preparada y que literalmente parecen payasos, como Sergio Mayer, Ernesto D´alessio, Jesusa Rodríguez, y un fin de gente que realmente parecen sacados de una cinta de comedia barata.

Tal vez se justificaría si dijéramos que “engañó a los chairos y les hizo creer que se rodearía de pura gente decente al llegar al poder”, pero desde hace décadas utiliza el método de rodearse de bufones, por lo que no entendemos como todavía alguien lo puede ver como “la verdadera transformación”, cuando literalmente es pan con lo mismo de los otros partidos.

Tan lleva años usando tácticas ridículas, que en el 2009 utilizó como vil títere a una persona llamada Rafael Acosta Ángeles (Juanito de Iztapalapa) para imponer a la persona que quería que gobernara la delegación de Iztapalapa en la CDMX, creando literalmente un circo, con una trama peor que una telenovela de Televisa..

Todo comenzó cuando en dicho año una mujer de nombre Clara Brugada (candidata de López Obrador) ganó las elecciones para Jefa Delegacional, sin embargo su contrincante, una mujer de nombre Silvia Oliva, apeló el triunfo logrando que se volvieran a realizar las elecciones.

La táctica de AMLO para que Clara continuara en el poder fue escoger como nuevo candidato de su partido (entonces el PRD) a Juanito de Iztapalapa, revelando públicamente que todo se trataba de un simple estrategia para que cuando este ganara, inmediatamente renunciara a su cargo y la entones Jefa de Gobierno de la CDMX designara a Clara como la sucesora, y así la candidata que Andrés quería quedará en el poder (si, aunque usted no lo crea todo esto lo planeó López Obrador, no es broma).

Todo iba bien y los planes de Andrés Manuel salieron a la perfección cuando Juanito ganó, pero como si se tratara de una mala telenovela, los problemas empezaron ¡cuando Juanito «le clavó el puñal por la espalda» y anunció que no acataría la orden de AMLO de renunciar, y se quedaría como Jefe de la Delegación!.

Esto por supuesto causó la ira de Obrador, quien se rumora “le metió un susto muy grande a Juanito”, quien pese a querer quedarse gobernando, a los 3 meses se separó voluntariamente de su cargo, argumentando problemas de salud.

Y aunque el hombre pudo presumir “ser Jefe de una de las delegaciones más importantes de la CDMX gracias a AMLO”, este mayo del 2019 Juanito fue una de las personas que encabezó la marcha para exigir la destitución de Manuel como presidente, revelando que en ese curioso pero dramático altercado que tuvo con Andrés, este lo mandó matar “por no obedecer su orden de renunciar”.

En un vídeo de la marcha realizada el día de ayer, se aprecia a Juanito acusando a Obardor de sanguinario y asesino, mostrando las heridas de bala que la quedaron luego de que López supuestamente lo mandara asesinar:

“Obrador es un asesino, un delincuente, un traidor. Yo si lo conozco y aquí tengo las marcas de la bala (mostrando 3 heridas). No tengo miedo, estoy luchando por mis hijos, por mis nietos y por todo el pueblo de México, y le digo a López Orador, le pido un debate sobre lo que me mando hacer en Iztapalapa, me mando matar”, señaló consternado.

Cabe aclarar que tras volverse viral por llegar a ser Jefe Delegacional, Juanito se convirtió en una de las celebridades más extrañas del país, y se ha dedicado a actuar, cantar, y actualmente es uno de los participantes del programa “Enamorándonos”, (ESTO NO ES UNA BROMA).

Y si, de esta clase de personas se rodeó Obrador durante toda su carrera política y desde que compitió por primera vez para presidente, pero bueno, no hay peor ciego que un chairo que no quiere ver, así que allá ellos con su fanatismo enfermizo.

Por: Omar Ariel Cortes

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