Puebla.- José Mendoza, un hombre originario del estado Sonora que hace unos días aprovechó sus vacaciones para conocer la ciudad de Guanajuato, decidió que durante su estancia le informaría a todas las personas que se topara en el camino que venía de otro estado con la finalidad de que todos se enteraran que era turista y que tenia los recursos suficientes para conocer otra región.
El hombre además pensó que si todos se percataban que era de otro lugar recibiría un trato V.I.P y preferencial por el solo hecho de ser turista preferencial:
“Mi hermana me dijo que vendría con su esposo de vacaciones a Puebla, me pidió que les diera un tour porque yo vivo aquí hace 2 años. Sinceramente nunca entendí porque José se la pasaba diciéndole a todas las pronas que era de otro estado: fuimos a comer a un restaurant y se la pasó diciéndole al mesero que que le recomendaba porque él era de Sonora, entramos a un Oxxo y le dijo al cajero que venía de Sonora, le pedimos a una persona que nos tomará una foto y aunque no venía al tema le dijo que era originario de Sonora. En total repitió que era de Sonora más de 200 veces en el día aunque nadie se lo preguntó y a nadie le interesaba”, señaló su cuñada.
La mujer menciona que Mendoza además no dejaba de informarle a todos “lo diferente, bello y único” que es Sonora, y comparar en todo momento el estado que visitaba con su ciudad natal:
“No conforme con decirle cada 10 segundos a las personas que venía de Sonora se la pasó comparando los estados y diciéndole a todo el mundo lo maravillosa que es su región. Aunque no dijo abiertamente que Sonora es superior si lo insinuó en todo momento argumentando que allá la comida si es comida de verdad, la gente es cálida, noble y buena onda, además de que las mujeres están mucho más guapas. Prácticamente a todos les informó que era de fuera y no conforme les dio una serie de razones para que pensaran que era mil mejor su ciudad natal. Sinceramente llegó un punto en que si fue molesto tener que escuchar que repitiera lo mismo todo el día”, puntualizó la cuñada.
Por: Omar Ariel Cortes