Influencers que se sienten ricos los pendejos por vestir ropa Zara protagonizan patética campaña clasista de Hershey’s 

México.- Como si se tratara de simples objetos, un grupo de influencers que se sienten “gente bonita y de clase alta” los imbéciles por vestir ropa de Zara, utilizó a un grupo de personas que ganan el salario mínimo como simples objetos para hacer una campaña del chocolate Hershey’s con la que pretendían “dizque hacer el bien” regalándoles pan, chocolates, flores y otra cosas, para que la gente dijera “hay mira que buena personas son estos influencers ricos que le regalan cosa a los más pobrecitos”.

Los influencers de clase media pero que en su mente creen pertenecer a la clase bonita del país los estúpidos, adquirieron un rol de “soy gente de clase, de mundo, fashion y rico, pero me doy un baño de pueblo y le doy un regalo a un asalariado”, para realizar la patética campaña del chocolate con la que pretenderían incrementa las ventas.

La campaña fue pensada para viralizarse en Instagram, donde estos adefesios subieron fotografías “conviviendo con la prole (cuando aunque les duela, ellos tambien son prole)”, pero en una actitud de que les hacían el favor al regalarles algo: en una de las imágenes se puede ver a un mirrey wanna be (que jamás podrá pertenecer a la verdadera clase alta de México) dándole comida al vigilante de su condominio, como si el trabajador no tuviera ni siquiera para comer y el otro le hiciera el favor de darle alientos sobrantes para promocionar el chocolate.

 

 

En la campaña tambien se ven a otras dos viejas ridículas: una estúpida como de 25 años sacando la lengua en tono “soy una adolescente tiernita” junto a un hombre que parece ser un albañil, y donde la asquerosa le regala un ramo de rosas con chocolates y posa sonriente para que la gente según diga “vean, soy rica y me rebajo al nivel de este tipo y convivo con él bien padriurix”, cuando la tipa ni es rica, ni el hombre es menos que ella por ser albañil.

 

También se nota a otra piruja en su foto promocional casi enseñando la vagina, y no, no esta mal que una mujer enseña la vagina si quiere, lo malo es que la tipa en vez de enfocarse en el concepto de la campaña que es hacer el bien, prefirió salir enseñando sus piernas horrendas para “hacerse la sabrosa”, cuando ni esta sabrosa, y ni siquiera se enfocó en ayudar bien a n migrante al que le regala 3 panes y un chocolate Hershey “para hacerse la bondadosa y noble persona”.

 

Otro ridículo por lo menos no es tan patético y solo presume que “ayudó a un niño de aproximadamente 2 años a abrocharse los zapatos para que no se fuera a caer”, como si el niño anduviera solo por la calle y no tuviera a sus padres que le ayuden a acomodarse los zapatos, pero claro, todo sea por sacar la patética publicidad del chocolate.

 

Y si, miles estan criticando la campaña, y no es porque nos unamos a la moda, pero esto demuestra a la perfección como trabajan las empresas: fingen ayudar a las personas no porque realmente lo sientan, sino como mera estrategia mercadológica, como si la gente fuera robot que actúa de forma pendeja y hay que mostrarles una imagen falsa de solidaridad para ganar más dinero, en vez de realizar una campaña que realmente ayude de forma desinteresada.

En punto a favor, suponemos que lo que querían estas personas era “contagiar a la ciudadanía a ayudar a los más necesitados”, pero la campaña en realidad dice “ayuden a los más jodidos” y resulta patética por dos cosas:

1.- Los influencers que utilizaron no estan ni cerca de ser millonarios reales como aparentan, son el vivo reflejo de gente que por comprar su ropa en Zara se siente superior y ve a los albañiles como seres inferiores por su trabajo, cuando a veces andan ganando el mismo salario que ellos.

 

2.- Los influencers que contrataron se empeñan más en “verse como gente bonita” y las mujeres como “bombas sensuales”, en vez de enfocarse en realmente ponerse al nivel de los que ayudan, y no, no necesitaban fingir ponerse a su nivel ya que ESTÁN A SU NIVEL, solo que ellos lo ven como algo malo y no lo aceptan.

 

Si, entendemos el concepto que quiso dar la campaña que fue animar a la gente a ayudar a los más desprotegidos, pero la ejecución de la campaña fue mala porque casi casi dicen “yo, que me visto con ropa de Zara, ayudo al pobre migrante que trae ropa de Milano. Soy de clase media pero nadie lo sabe porque me veo de clase alta, y miren, ayudo a alguien de bajos recursos”. Qué horror.

 

 

Por: Omar Ariel Cortes

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