Hidalgo.- Gran sorpresa se llevaron los padres de familia de los alumnos de una escuela primaria de un pequeño poblado del estado de Hidalgo, al informarles que se suspenderían las clases por 2 días luego de que las autoridades autorizaran derrumbar la institución al descubrirse que “no estaba construida sobre un terreno que antes era un panteón”, rompiendo así una de las tradiciones más conocidas en México ya que las costumbres indican que todas las primarias del país deben estar edificadas sobre un terreno que antes era un cementerio.
El alcalde de la entidad, el señor Juan Pérez, menciona que los niños tendrán que faltar a clases dos días y posteriormente serán reincorporados a una escuela provisional que será levantada sobre un terreno que si era un panteón:
“Afortunadamente encontramos 2 terrenos que hace mucho eran panteones, ya vinieron historiadores de renombre y ellos certificaron que tanto el lugar donde se instalará la escuela provisional, como donde se edificará la nueva primaria eran panteones hace más de 100 años (antes de que se construyera el cementerio municipal). Los niños estudiarán 6 meses en una escuela con cuartos de lámina y posteriormente serán reubicados a la nueva institución que será más bonita que la anterior, y lo mejor es que tendrán la certeza que su nueva primaria realmente estará construida sobre un lugar que antes era un panteón, como todas las escuelas normales del país”, confesó.
Juan menciona que su pueblo respeta las tradiciones y costumbres, y por eso ordenó derribar la primaria al descubrir que no cumplía con las normas mexicanas: “una de las cosas que todos recordamos cuando íbamos en la primaria es que nuestra escuela estaba construida sobre un panteón. Era muy terrorífico pero al a vez emocionante ir al baño con el temor de que uno de los fantasmas del cementerio nos iban a espantar, o quedarse solo en el salón y escuchar voces y ruidos, y pensar que probablemente eran los espectros del antiguo cementerio. Es una costumbre que todos los niños mexicanos merecen experimentar, ya que además está comprobado que eso ayuda a controlarlos porque los maestros pueden amenazarlos con que si no se comportan vendrán los espíritus del panteón a llevárselos, y a si se concentrarán mejor en clase”; confesó.
Pérez menciona que el gobierno ya se encuentra buscando más terrenos en la región que antes fueran panteones por si abren otra escuela primaria: “fueron en total 5 generaciones de niños hidalguenses las que se perdieron la bonita la tradición de escuchar ruidos de fantasmas porque su escuela no estaba construida sobre un panteón, por eso decidimos tomar cartas en el asunto y evitar que vuelva a pasar algo similar. Ya estamos buscando más terrenos que antes fueran cementerios por si tenemos que construir otra escuela en un futuro, y así tener un lugar asegurado que cumpla con los requisitos para continuar con esta tradición mexicana”, puntualizó.
Por: Omar Ariel Cortes