México.- Los mexicanos somos tan pícaros e ingeniosos que hemos desarrollado un dialecto único, que aunque se expresa en castellano, es incomprensible para la mayoría de personas, incluyendo para quienes también hablan español como nosotros.
Son varias las expresiones que el mexicano ha inventado para referirse a cierta cosa o situación sin necesidad de mencionar la frase tal cual es, camuflando el enunciado para darle “un sabor más jocoso al lenguaje” y hacer más amena la comunicación.
Entre estas frases hay muchas (la mayoría, de hecho) expresiones guarras, las cuales se usan para indicar de un modo más ocurrente algún contexto.
Entre estas se incluyen varias locuciones para indicar que “hay que tener relaciones sexuales” sin necesidad de decirlo directamente, y si bien estos enunciados se alejan de la finura de Cervantes, hacen reír con su originalidad a quienes las entienden.
Algunas fraseas guarras que usa el mexicano para indicarle a su pareja que “hay que tener intimidad” son las siguientes:
-Vamos a ponerle Jorge al niño: ¿Por qué Jorge y no otro nombre?, no sé, como Juan, Ramiro o qué sé yo.
– Esta noche cena Pancho: El pobre Pancho seguro ya tiene obesidad avanzada y diabetes de tantas veces que lo mandan a atascarse en la noche.
– Hay que matar el oso a puñaladas: Greenpeace se manifiesta en contra por tan cruel masacre animal.
– Vamos a descalabrar al chango: ¿Por qué mejor no descalabran una cucaracha?.
– Hay que ponerle mayonesa a la torta: Pero que sea McCormick, la que recomienda Pedrito Sola.
-¿Te gratino el mollete?: Nada mejor que acompañar los frijoles del mollete con una buena dosis de granito para darle sabor.
– Vamos a despeinar la cotorra: La pobre tanto que tardo en arreglarse para que la despeinen sin piedad.
-Hay que darle al chango su banana: Después de descalabrarlo era justo que le dieran algo de comer.
-Vamos a mojar la brocha: Sí, porque seca no resbala y raspa toda la pared.
-Vamos a meterle el muñequito a la rosca: Muy ad hoc para la época de Reyes, aunque si sale el muñeco hay que hacerse cargo de él todo el año.
Por: Omar Ariel Cortes