El quinto infierno.- Es raro el mexicano que no conoce la expresión «no lo recojas, ya lo beso el diablo» cuando algo se cae al suelo, sobre todo cuando lo que se cae es algo de comida. Muchos han crecido con ese temor infundado al grado de que Pepito no quiso levantar a su abuelita cuando se cayó al suelo por obvio motivo.
Para tratar de terminar con este mito nos pusimos en contacto con prestigiosos, brujos, médiums y chamanes para buscar al mismísimo Diablo y con ello despejar el temor que a tantos agobia. Fue en una sesión espiritista realizada a media noche con un equipo formado por Mhoni Vidente, la Bruja Zulema, el Brujo Mayor y algunos brujos de Catemaco coordinados por Laura Bozzo (ya que es sabido que a ella hasta el Diablo le teme) donde se intentó el contacto.
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Después de un rato de estar invocando a la tenebrosa entidad por fin se hizo presente entre una nube de humo y ante la mirada temerosa de todos los presentes, y ante el momento asombro le preguntamos: Don Diablo, ¿es verdad que usted besa todo aquello que cae al suelo?, A lo que el Chamuco se limitó a responder:
“Hace muchos años que escucho como la gente mayor inculca a los niños esa costumbre de echarme la culpa de tal suceso, para que a la vez ellos lo comenten con sus amiguitos y así el ciclo continúe. Hace siglos esas difamaciones me molestaban bastante, tanto que besaba a propósito las cosas con tal de tomar venganza, pero con el paso del tiempo me he acostumbrado a escucharlo infinidad de veces que ya ni caso hago. Yo no sé que lleva a la gente a pensar de esta manera, como si yo sólo tuviese el quehacer de andar viendo que se les cae para besarlo, no niego que si la que cae al suelo de repente es alguna chica guapa aprovechó la ocasión para besarla, pero de eso a besar todo, pues no”, confesó.
Después de responder a nuestra pregunta, señaló que se tenía que retirar a atormentar a algunos mortales mal portados, y así como llegó entre una nube de humo de igual manera desapareció. Ahora sabemos que no todo lo que cae al suelo lo besa el Diablo y esperamos con ello que mucha gente deje de vivir angustiada cuidando que las cosas se les caigan al piso.
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Por: José Luis Morales