Las 9 cosas más patéticas y asquerosas que suceden durante “El buen fin”

1.- La gente termina comprando cosas innecesarias solo porque ven un anuncio con un aparente descuento: en esta época es común ver a la gente con la ropa llena de hoyos y seguramente con los calzones rotos, pero eso sí, saliendo orgullosa de las tiendas (sintiéndose millonarios) con sus mega televisiones, en vez de invertir en algo que realmente necesitan.

 

2.- La gente ya sabe que es una estafa, pero siguen comprando: hay gente que se da cuenta que las tiendas durante El buen fin aumentan los precios un 30%, 40% o más, para volver a rebajar ese mismo porcentaje y decir que hicieron descuento. Es común que en otras épocas del año esta gente se controle, pero en El buen fin terminan comprando hasta lo que no, aunque ya sepan que todo se trata de un vil fraude.

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3.- Hay temporadas del año donde realmente los precios son más bajos: todas las tiendas tienen temporadas de rebajas durante varias semanas del año, lo increíble es que en algunos meses las ofertas son realmente buenas y la gente no hacen tanto escándalo como en El buen fin, sin embargo la gente prefiere unirse a la moda aunque literalmente sepan que lo están estafando.

 

4.- Los productos que generalmente están a bajos precios se ponen a la par de los más caros: las marcas poco conocidas que generalmente son económicas, aprovechan para hacer su agosto aumentando sus precios. Así productos que normalmente son baratos se venden al mismo precio de las buenas marcas, y la gente termina adquiriéndolos solo porque les ponen un letrero de rebaja.

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5.- Hay gente que se endeuda todo el año para gastar ese día: existen personas que aunque saben que en cualquier época del año hay ofertas, prefieren sacar un préstamo para gastar en El buen fin aunque terminen endeudándose el resto del año (liquidan el préstamo solo semanas antes del siguiente Buen fin, y vuelven a repetir el ciclo continuamente).

 

6.- El 99% de la gente que afirma ser gente pensante y que no adquirirá nada, finalmente si termina comprando algo: ya sea por el impulso de hacer lo mismo que toda la sociedad, la “gente que supuestamente no se deja manipular por las grandes empresas” finalmente también termina comprando ese regalito para un amigo o familiar, unos nuevos tenis que no necesitaba, u otra cosa innecesaria.

 

7.- La publicidad trata a la gente de idiota: la publicidad de El buen fin es para dar recomendaciones como “ir vestido con ropa cómoda para no cansarse en las compras” hasta cosas sumamente estúpidas como “medir el tamaño del buro de tu casa para saber de qué pulgadas exactas deberás comprar tu televisión y así no tengas problemas en colocarla”. Tratan a la gente como si fuera un animal al cual deben amaestrar.

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8.- Hasta las tiendas chafas de las colonias se unen a la moda: si, hasta tu vecina la que vende ropa de Moroleón en su cochera seguramente pondrá una cartulina que diga “hoy súper ofertas por El buen fin”, las misceláneas hagan descuento en las tortillas de harina o la leche a punto de caducar, o que hasta Doña Pelos salga con que por El buen fin darás las gorditas al 2 x 1.

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9.- Algunos se forman desde las 5 o 6 de la mañana para “apañar las súper ofertas”: estas personas avientan y hasta se pelean por entrar a una tienda como si fueran animales, cogen mercancía a diestra y siniestra a la que ni le ven el precio pero que compran de inmediato porque “si en la tele dicen que es el fin más barato del año, pues seguramente así debe ser”. No conforme, se la pasan insinuándole a todos sus conocidos que son unos triunfadores en la vida “por haber sido los primeros en adquirir las grandiosas ofertas”.

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Por: Omar Ariel Cortes

 

 

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