México.- Gran desconcierto vive Pedro Salazar, un hombre mexicano dueño de un perro llamado Chester, al darse cuenta que el animal parece hacer del baño justo en los lugares públicos donde hay más gente, como si intencionalmente lo hiciera para obligarlo a recoger sus heces cuando puede hacer sus necesidades en un lado como un terreno baldío, donde no se necesiten recoger los desechos.
Pedro menciona que cuando adoptó a Chester y lo sacaba a pasear recogía sus heces aunque el animal se hiciera en el pastito u otro lugar donde no afecta tanto, sin embargo, se percató que no tenía caso levantarlas todo el tiempo a menos que fuera en un lugar concurrido para evitar que alguien se manchara:
“Lo sacaba a pasear y al principio si limpiaba sus heces siempre, pero luego me di cuenta que si hacía en un arbusto o terreno baldío no tenía caso, ya que en esos lugares cuando intento recogerlas se bate más de excremento, y era mejor dejarlas ahí, además de que los arbustos las tapaban.
La verdad si pasamos por una calle poco concurrida también me da flojera limpiarlas, así que solo comencé a hacerlo cuando realmente era necesario, como en lugares muy transitados para evitar que alguien se ensucie.
Tal parece que Chester se dio cuenta de eso, porque ahora parece que de adrede solo hace del baño justo donde hay alguien mirando o donde hay muchas personas. Por más que intento que haga donde nadie ve o en lugares poco concurridos, se puede esperar horas a pasar por una plaza pública para justo en medio de la multitud hacer, parece que lo hace intencional”, comentó.
El hombre está seguro que el animal defeca intencionalmente en zonas concurridas para obligarlo a recoger sus heces:
“La otra vez literalmente duré caminando con el media hora en la noche, no había nadie y todo estaba oscuro. Pudo haber hecho del baño sin que me diera cuenta, pero justo cuando pasamos por una casa alumbrada donde había personas afuera, justo ahí se le ocurre hacer, enfrente de ellos.
Lo mismo pasa en otras situaciones: podemos caminar horas por terrenos baldíos, callejones sin personas o en calles vacías, pero justo llegamos a una plaza o lugar donde hay infinidad de personas es cuando se pone a hacer sus necesidades en medio de todos”, comentó.
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Pedro menciona que incluso el animal ha durado sin hacer todo un día porque no ve a nadie cerca: “en cuanto ve gente parece que se le afloja el estómago y más se explaya, por más que lo meta en un terreno o lugar indicado para no recoger sus heces, prefiere hacer frente a la vista de todos y en los lugares más concurridos.
Parece que de forma intencional quiere que levante las heces y las lleve cargando en una bolsa hasta encontrar un bote de basura. A veces llevo cargando media hora la bolsa con sus desechos porque no hay donde tirarla, todo podría ser más fácil si hiciera en la orilla de un pastito donde no pase nadie, o algo similar”, puntualizó.
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Por: Omar Ariel Cortes