México.- Luego de que el día de ayer el actor Eduardo Yáñez se viera envuelto en un escándalo al cachetear a un reportero que le preguntó sobre el problema que tiene con su hijo (que lo acusó de racista, misógino, homofóbico y violento), la Primera Dama de México, Angelica Rivera, decidió sincerarse y mencionar que tras vivir un tórrido romance con Eduardo, finalmente decidió separarse porque “a ella también llegó a levantarle la mano como al periodista”, cosa que no permitió y por eso finalizó con la relación.
Angélica menciona que todo mundo fue testigo del romance que tuvo con Yáñez e incluso él fue el responsable de ponerle el apodo de “La Gaviota” que ahora la distingue, recordando que lo conoció cuando trabajó en un sembradío de magueyes donde ella hacia labores de campo, dejando en claro que la gente “solo vio el lado bueno del noviazgo, pero no el infierno que vivía detrás de él”:
“Yo llegué a trabajar a la pizca siendo una jovencita llena de ilusiones, de repente conocí a ese hombre alto y fornido, y me entusiasmé de inmediato. Todo mundo fue testigo de nuestro amor dándose cuenta que era un caballero muy atento, sin embargo como en todos los casos de violencia intrafamiliar, las cosa comenzaron a cambiar”, dijo.
Rivera menciona que Yáñez comenzó a cambiar poco a poco, hasta que como al reportero “llegó a levantarle la mano”:
“La agresión física no llegó de un día para otro; primero empezó a cambiar su comportamiento, se volvió más cortante, y ya después vinieron las humillaciones físicas. Me decía que jamás aspiraría a algo más que ser una mediocre actriz de novelas, que no me hiciera ilusiones de un día legar a ser una mujer de alcurnia.
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Así soporté meses, hasta que de la nada un día intentó darme una cachetada, y digo intentó porque se tropezó y no alcanzó a tocarme. En ese momento agarré mis cosas y me fui con madre, por supuesto me buscó y pidió perdón, pero el hombre que te levanta la mano una vez, lo hace siempre”, comentó sollozando.
La Gaviota menciona que “por algo pasan las cosas” ya que después de ese incidente conoció a un “verdadero principie azul” que literalmente la convirtió en una reina:
“Quedé traumada por el incidente, pensé que todos los hombres eran iguales, hasta que de repente un día vi que estaban haciendo casting en Televisa para un personaje muy importante: se trataba del papel de Primera Dama de México.
Sin saber bien que era acudí, y resulta que pasé todas las pruebas y al final firmé contrato para casarme con Enrique Peña Nieto, quien resultó ser un hombre noble y bueno. Él literalmente me convirtió en una reina y le estoy agradecida, y lo mejor es que es tan mansito que la que a veces la que le levanta la mano soy yo”, puntualizó riendo.
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Por: Omar Ariel Cortes
SUBLIME. Me enamoré de esta nota.