Guadalajara.- Edilberto Ortiz, CEO en México de las tiendas de ropa “Zara”, anunció en conferencia de prensa que en breve comenzará a laborar el primer empleado hombre heterosexual en la historia de las tiendas, pues varias fundaciones que procuran los derechos del sexo masculino heterosexual se han mostrado molestas por la falta de oportunidades y discriminación en la industria de la moda.
Ediberto comenta que la tienda elegida para implementar el proyecto fue “Zara Guadalajara”, y menciona que esta decisión servirá como prueba “piloto” para determinar si es rentable comenzar a contratar empleados heterosexuales hombres:
“Si todo funciona bien, los Zara de todo el mundo comenzarán a contratar empleados heterosexuales, realmente nos estamos arriesgando mucho porque si el proyecto fracasa, las ventas de la tienda Zara Guadalajara podrían irse en picada, estamos nerviosos pero a la vez muy emocionados de dar un paso más adelante hacia la igualdad de genero”, comentó.
El empleado heterosexual elegido se llama Gerardo Terrón Casillas, un estudiante de 22 años que aceptó la oferta para poder solventar los gastos de su universidad:
Gerardo revela estar un poco incómodo con la situación, principalmente porque sabe que podría sufrir bulliyng por sus preferencias sexuales diferentes: en la capacitación los otros empleados comenzaron a molestarme porque yo era el único hetero, estuve a punto de rechazar el trabajo por la presión pero entendí que no tengo que avergonzarme de lo que soy. Yo tengo amigos gays a los cuales respeto, exijo lo mismo para mí ya que mis preferencia sexuales no deben ser un motivo para ser discriminado dentro de la tienda”, comentó.
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Por su parte, el CEO comenta que eligieron a Gerardo por ser el heterosexual que mejor cumplía con los requisitos: “Gerardo tiene un sentido nato de la moda. Además, aunque es heterosexual tiene buenos modales y es sumiso, reúne los requisitos que queremos”, comentó.
Por último, las empleadas de la tienda aseguran que definitivamente no se sentirán cómodas con la presencia de Gerardo:
“Yo podía cambiarme de ropa enfrente de todos sin problema o podía hablar de cosas como mi regla y la pastilla del día siguiente y todo eso con mis compañeros, pero ahora que llegará un heterosexual a la tienda ya no va a ser lo mismo, honestamente es muy incomodo que te estén viendo con esos ojos de lujuria, no habrá la misma confianza. La verdad yo no estoy de acuerdo con que contraten a esa persona”, comentó Rebeca García, un empleada.
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Por: Omar Ariel Cortes