México.- Gran tristeza y desconcierto experimenta la señora Sara Rodríguez, mamá del joven Juan Pérez Rodríguez, luego de que su hijo no la felicitara en todo el día a pesar de ser 10 de mayo, día de las madres.
Sara señala que en los últimos 5 días de las madres su hijo comenzó a prestarle cada vez menos atención por estar todo el tiempo pegado a su celular, sin embargo nunca pensó que llegaría el día en que el joven se olvidaría de felicitarla por completo:
“Todavía el 10 de mayo pasado me felicitó pero fue algo feo porque en ningún momento me vio a los ojos por estar mirando todo el tiempo su celular, ni siquiera cuando me abrazó despegó la vista del aparato. Fue hasta este día de las madres que definitivamente ya no recibí nada, ni un abrazo o unas palabras”, dijo entristecida.
La señora comenta que se despertó pensando en que su hijo por lo menos le darían un abrazo, pero eso nunca ocurrió:
“Me levanté y él ya estaba en la mesa desayunado mientras revisaba su celular. Me acerqué emocionada pero solo me saludó y no me dijo nada más, a los pocos minutos se paró, me dijo adiós y se fue. No voy a negar que se me rompió el corazón porque aunque uno no quiera si se siente bonito que la feliciten en su día.
Pensé que en la noche regresaría con un regalo sorpresa pero no fue así: entró viendo su celular, se sentó en el sillón 2 horas a jugar con el aparato, se metió a bañar y luego se fue a dormir”, mencionó la marchanta con una lágrima en la mejilla.
Por su parte, el chico señaló que se siente apenado y confesó que “tiene un severo problema” porque ya comenzó a confundir la vida real con la virtual:
“No tengo palabras para justificar lo que hice, solo puedo decir que tengo un problema y no felicité a mi madre en vivo porque en la mañana le había escrito un mensaje en Facebook y me quedé con la idea de que el estado que le dediqué se lo había dicho en persona porque sinceramente ya no distingo entre la vida real y la virtual.
Mientras escribía el mensaje me imaginaba abrazándola y cuando salí de mi casa me confundí más y me quedé con la idea de que el abrazo que imaginé había sido real.
Estoy mal y enfermo, no es justificación pero realmente sí pensé en mi madre, prueba de ello es que el mensaje que le dediqué en Facebook se quedó guardado. Yo sabía que ella nunca lo iba a leer porque no usa ninguna red social, pero lo que cuenta es la intención y el mensaje que le dedique demuestra que realmente la amo y me acordé de ella en su día”, puntualizó apenado.
Por: Omar Ariel Cortes