México.- Gran alegría y emoción experimentan las 3 hijas de Angélica Rivera y José Alberto “El Güero” Castro, luego de que sus padres decidieran reiniciar su relación tras terminar hace más de 10 años, y no solo eso, sino que volvieron a contraer nupcias por el civil y la iglesia, por lo que nuevamente, son marido y mujer.
Durante su relación iniciada hace 25 años, Rivera y El Güero tuvieron 3 hijas, sin embargo hace 12 años Angélica sorpresivamente le pidió el divorcio a su esposo pese a tener una buena relación, para aceptar el papel de ser la esposa del entonces gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, trabajo que posteriormente la llevó a ser la Primera Dama del país, a costa de sacrificar su felicidad:
“Yo soy actriz y acepté un papel que profesional y económicamente me dio muchas satisfacciones. Esta carrera es muy demandante y hay que hacer muchos sacrificios, no conozco a un solo actor que no se aleje de su familia por meses o años, y todo por llevar a cabo su carrera.
Si, yo soy responsable de mis actos y si, deje a El Güero para aceptar el papel de Primera Dama, que era una actuación más. Alberto sin embargo me amaba tanto que entendió mi decisión, sobre todo porque nuestras hijas tendrían un mejor futuro.
En ese lapso fuimos amigos, y él prometió esperarme el tiempo que fuera necesario para regresar. Hoy después de más de una década volvemos a estar juntos, lo que me ha demostrado que efectivamente soy el amor de su vida y él siempre fue el mío, y hoy lloro de felicidad porque el ciclo de mi contrato como Primera Dama terminó, y puedo regresar a ser feliz para siempre”, comentó Rivera antes de entrar al altar.
Según varios medios, inmediatamente de dejar el poder, Rivera intentó regresar con El Güero, sin embargo su contrató se lo impedía, y además debían arreglar las cosas por la iglesia: “mi contrato especificaba que 6 meses después de terminar el sexenio debía mantener un perfil bajo, finalmente ese tiempo pasó y he arreglado las cosas por la iglesia, porque esta es la tercera vez que me caso frente a nuestro señor Dios, y el Vaticano no me quería dar permiso, pero ahora no hay nada que nos impida ser felices, y volver a ser la familia que nunca debió romperse, pero que, lo admito, por mi ambición fragmente por unos años, pero hoy otra vez todo ha regresado a la normalidad”, puntualizó Rivera mientras daba el “si acepto” en el altar.
Por: Omar Ariel Cortes