México.- Gran emoción y alegría experimenta Tommy Angello, un gay de 21 años un pueblito de Michoacán, luego de comenzar a preparar su viaje a la capital (la CDMX) para acudir a la tradicional marcha gay que reúne a millones de personas como él cada año, y “sentirse libre siendo el mismo”, situación que no puede vivir en su comunidad donde es señalado “como el jotito de lugar”.
Tommy menciona que aunque algunos familiares y amigos lo apoyan, en su pueblo no se siente a gusto, ya que además de que lo ven con lastima y como “el pobrecito joto”, no conoce más gente con sus preferencias y no hay lugares donde lo acepten, por lo que año con año espera ansioso la marcha para “ser totalmente él, y experimentar (aunque sea por unas horas) la vida que siempre ha querido tener”:
“En Maravatío no puedo ser yo mismo, si bien ya esta más grande todos en mi colonia me ven como el gay, no hay lugares para mí, y hay muy pocos como yo, y los que hay, ya estamos quemados.
Estoy harto porque si no me critican a mi critican a todos, a unas por putas, a otras porque su marido las deja ,otros por ser narcos, en fin, estoy harto de este pueblo donde no puedo ser yo mismo.
Cuando fui a la marcha gay de la CDMX por primera vez hace 4 años no saben la alegría que sentí; por primera vez fui yo mismo, estaba rodeado de gente igual a mi y algunos incluso más extravagantes; podía gritar, reír y besarme con alguien sin problemas, fui tan feliz, así quiero que sean todos los días de mi vida”, comentó mientras compraba el boleto en Primera Plus que lo llevaría a la capital.
Tommy menciona que ha intentado irse a vivir a la CDMX, pero al final siempre termina quedándose en su pueblo: “hace poco puse mi estética, y quieras o no me va bien, ya tengo mis clientes e irme a la capital es empezar de 0 y con mucha competencia. Aquí además tengo mi familia, mis amigos, y si bien muchos me critican otros me apoyan.
Ahorita acabo de invertir mis ahorros en mi estética, y como mencioné algo que me ha ayudado de ser gay (pese a que en el pueblo son más cosas negativas) es que todas las señoras vienen a mi estética por ser el gay del pueblo que corta el pelo padre, y pues ya tengo clientas. No sé, solo hace falta armarme de valor, porque mi sueño es vivir cerca de zona rosa, donde todos los días podre ser yo sin ataduras”, mencionó mientras preparaba el outfit que se pondrá para la marcha.
Por: Omar Ariel Cortes