1.- Le vas a tener rogar a un cadenero (que seguramente tiene una vida peor que la tuya) para que te deje entrar: tendrás que lamerle los zapatos (literalmente) a estas personas que por un par de horas se sentirán con el poder de verte y tratarte como un ser inferior al cual debes alabar, hincártele y rogarle para que se digne a dejarte pasar. Es común que los antros siempre contraten al mismo tipo de personas: cadeneros que parecen reencarnación de Nezahualcóyotl, a los que les hacen creer que serán populares gracias gente como tú (que tendrá que tratarlos como reyes) pero a los cuales les pagarán el salario minimo.
2.- Estará lleno de gente que por pagar un cover se sentirán socialites o que pertenecen a la alta aristocracia: si, te encontrarás a Juanita la que tiene una tienda de abarrotes o a Jaime, el borracho de tu salón, sintiendo que pertenecen de la alta burguesía por haber pagado un cover. Lo más seguro es que el 99% de los que te encuentras (incluyendo tus conocidos) te saludarán de lejitos o de rápido porque ahí “están en otro nivel”, y no quieren que nadie se dé cuenta que tienen otra vida totalmente diferente “al mundo de glamour” que viven dentro del antro (aunque ya todos conozcan su clase mediera realidad).
3.- No podrás hablar ni platicar, además tendrás que estar posando por horas: el antro no está diseñado para ir a platicar, está diseñado para ir a fingir y sentirte lo que no eres durante un par de horas, por lo que tendrás que ver jetas de gente de clase media o baja posando que se sienten hijos de importantes empresarios por haber ingresado al lugar (a pesar de que ya todo mundo sabe que su familia por años se ha dedicado a vender garnachas los domingos).
4.- El 99% de los que entran se sentirán las más buenotas y sabrosotes del mundo: “olvídate de pedirle a una mujer que este en la pasada del baño que si puede mover para dejarte pasar porque ya te estas miando, ella pensará que por el hecho de hablarle es porque te la quieres ligar o la estas acosando. Cuídate además si ves a una chava por el simple hecho de ser materia gris y ocupar un lugar en el espacio, porque la ridícula se sentirá una modelo de internacional a la cual miran por su belleza. La gente que ingresa a estos lugares se hace la chaqueta mental de que realmente son realmente los más espectaculares y bellos del universo, y tu tendrás que soportar todas esas payasadas.
5.- La mayoría ahorra un mes o se gasta la mitad de su quincena para poder cumplir su ilusión de ir: “todos sabemos que el 90% de la gente que va hace el sacrifico de comer maruchan o vikingos del Oxxo 14 días de la quincena, porque gran parte de su sueldo se lo gastaron en el cover y comprar una botella para tomarse una selfie y presumir en Facebook que -aparentemente- tienen una vida llena de alto glamour. A estas personas las verás vistiendo sus peores garras entre semana, pero al antro acudirán con el uniforme oficial de los fresas wanna be: ropa de oferta de Zara con zapatos de Liverpool que sacaron a 12 meses sin intereses.
6.- La música es exactamente igual: a los dueños no les importa esforzarse y contratar a un DJ decente, los empresarios saben que lo que quiere la gente es ir a gastar su dinero para sentirse millonarios por lo que el servicio y la música generalmente serán mediocres. Los pseudo DJ que contratan tienen el poder de hacer que toda la música se escuche exactamente igual porque solo dominan 3 modos de mezclar (aunque ellos se siente los nuevos David Guetta).
7.- La gente no tiene dinero para ponerse borracha como quisiera, por lo que tienen que comprar una botella entre 10 personas: “ya gastaron en su ropa de oferta en Zara, en el taxi y en pagar el cover, por lo que solo les quedará lo justo para comprar una botella entre 10 personas y tomarla de sorbitos. Lo más patético es que agarran el vaso y toman la bebida de un modo que -según ellos- los hará parecer que “son degustadores de buenos licores y por eso le toman lento a la bebida”, cuando ya todos sabemos que lo hacen porque si no ya no tendrán algo en las manos, y todos los verán como unos pobretones por no estar tomando nada.
Por: Omar Ariel Cortes