México.- Gran desolación y tristeza experimenta Juan Sánchez, un joven mexicano de 19 años de edad, luego de visitar el portal de la Universidad Autónoma donde había hecho examen para ingresar a la facultad de Enfermería y convertirse en un técnico de la salud, y descubrir que no había juntado el puntaje necesario para ser aceptado.
Juan menciona que esta es la segunda vez que los rechazan de Enfermería, por lo que no le quedará más remedio que estudiar la licenciatura “plato de segunda mesa” y meterse a Medicina, carrera muy similar a Enfermería pero que definitivamente no cumplirá con sus expectativas:
“Mi sueño siempre fue ser Enfermero pero yo sabía que el principal obstáculo era quedar en la facultad. Este es el segundo año que lo intenté y muchos me dicen que si quiero cumplir mi sueño no me dé por vencido, pero no puedo estar tanto tiempo sin hacer nada, este era el segundo año que lo intentaba y mis padres no pueden estar pendientes de si entraré o no, y yo no puedo seguir desperdiciando tanto tiempo.
Me duele decirlo, pero voy a tener que conformarme con estudiar Medicina aunque sé que eso no me llenará profesionalmente: son carreras similares, pero mi sueño era estar en un quirófano deteniéndole al médico la vasija de los aparatos con que operan a las personas, y no ser yo quien se someta al riguroso trabajo de operar al paciente.
MI sueño era limpiarle las gasas a los enfermos, bañarlos, darles su papilla y anotar las indicaciones de los médicos, no hacer la aburrida labor de diagnosticar a los pacientes y menos operarlos ¡mi sueño de dedicarme a cobrar $10 pesos por inyectar en mis horas libres se ha esfumado!”, comentó entristecido.
El chico señala que a diferencia de otras personas, él “tiene pase directo a la facultad de Medicina”: “el esposo de una tía es médico y tiene contacto con la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de mi ciudad, y desde que salí de la prepa me dijo que me ayudaba a entrar, pero además de que no quería entrar por palancas yo no deseaba estudiar esa carreara, yo quería ser enfermero aunque fuera más difícil entrar, desafortunadamente ahí no tiene contactos y no tuve la suerte de pasar el riguroso examen.
Lo intenté pero éramos miles de aspirantes queriendo ser enfermeros, y desafortunadamente los que no quedamos o no estudiarán, o tendrán que conformarse con meterse a la carrera más parecida que es Medicina aunque no nos llene. Pero ni modo, así de dura es la vida, y por lo menos la labor de doctor será muy parecida a lo que siempre soñé ser: un sexy enfermero”, puntualizó.
Por: Omar Ariel Cortes