México.- luego de que la actriz Karla Souza revelara que “hace 12 años fue violada por un productor” del que no dio el nombre, la empresa Televisa rápidamente emitió un comunicado asegurando que “rompe relaciones de trabajo con el creador Gustavo Loza”, esto luego de “realizar una investigación tipo Sherlock Holmes” y determinar que Loza había sido el abusador de Souza.
Ante esta decisión, todo mundo le ha aplaudido a Televisa por cuidar a sus actrices, demostrando ser una empresa integra, con valores, intachable y con una moral por las nubes, que es capaz de despedir a sus empleados con tal de salvaguardar la integridad de sus actrices.
Lamentablemente, esta empresa ha sido catalogada por muchos “como hipócrita” ya que según estas personas, ellos son los primeros en incitar al abuso sexual. Sin embargo, El Ruinaversal realizó una extensa investigación y descubrimos 11 pruebas contundentes que demuestran que en Televisa todo es color rosa y felicidad, y sobre todo, que las actrices han sobresalido únicamente por su exorbitante talento y perseverancia, y no por dejarse acosar por productores o empresarios que les doblan o triplican la edad, y dan asco.
Aquí las contundentes pruebas de que el amor triunfa en Televisa, y no ofrecen favores sexuales a cambio de obtener un rol en una novela:
1.- Como olvidar que esta jovencita francesa llamada Angelique Boyer llegó a México y se enamoró de este papito Sugar Daddy. Recordemos que a las extranjeras les gustan mexicanos con rasgos fuertes y tocos, por eso quedó embelesada con la belleza del Güero Castro, y de paso obtuvo sus primeros protagónicos.
2.- Tras Romper con Angelique, Castro se refugió en los brazos de otra mujer que se enamoró de él y que casualmente también es joven y bella. No cabe duda que a este Sugar Daddy lo buscan por su galanura.
3.- El productor Pedro Torres, un cotizado galán, también tiene suerte con las chavitas guapas. Debe de tener unos excelentes sentimientos y ellas ganas unas enormes ganas de demostrar su increíble talento.
4.- ¿Quién se resistiría a estos dos papitos Sugar Daddy?, ¡Son tan sexys!, y bueno, que sean productores y puedan darles el papel en una novela pasa a segundo plano para las mujeres sedientas de fama.
5.- La cubana Niurka será vulgar y guarra, pero nadie puede negar que goza de belleza, y bueno, a ella le gustan mexicanos muy autóctonos, por ende no pudo resistirse a la belleza de Juan Osorio. Cabe aclarar que él le dio la nacionalidad mexicana y sus primeros roles en TV, pero eso no tuvo nada que ver con su relación.
6.- No solo entre las famosas, también existe el amor entre guapos actores y productoras mayorcitas pero muy seductoras, como Carla Estrada con William Levy, luego de que ella lo trajera a México y lo convirtiera en una estrella (la mirada de amor habla por sí sola).
7.- ¿Por qué una mujer joven y bella no puede fijarse en un productor chavoruco poco agraciado?, hay gustos para todos y siempre un roto para un descocido. A esta actriz le gustan así, se enamoró de la personalidad de este producto… ¡ah!, y de paso él le dio protagónicos.
8.- Esta foto es de hace años pero aquí vemos que el Güero Castro ha sido guapo desde siempre, y esta jovencita actriz llamada Angélica Rivera se enamoró de él (dando la casualidad que él era productor), la llevó a la fama, ella le clavó el puñal por la espalda dejándolo para andar con un candidato presidencial… y el resto es historia.
9.- Pocos lo saben, pero Sergio Andrade se convirtió en uno de los máximos productores musicales gracias a Televisa. Paradójicamente ahí encontró el amor… con una adolescente de 14 años, ¡para la pasión no hay límites!.
10.- Como olvidar cuando la jovencita Thalía (entonces actriz de Televisa) se enamoró de este galanazo, nada más y nada menos que ¡el hijo de Gustavo Díaz Ordaz!, y bueno, hoy Thalía es reconocida a nivel internacional.
11.- Si de “premios gordos” se trata, esta se llevó el premio mayor: la intachable Kate del Castillo se enamoró del mero mero de Televisa, Emilio Azcárraga, al grado de lograr seducirlo. Por supuesto solo se fijaba en su galanura y buen corazón.
Por: Omar Ariel Cortes