Washington.- Una fuerte controversia desató el periódico “The New York Times” al revelar que el candidato a la presidencia de México en el 2018, Andrés Manuel López Obrador, fue captado por las cámaras de seguridad de “La Casa Blanca” en Washington” al colarse sin permiso en la oficina del mandatario Donald Trump hace dos días.
La policía comenta que AMLO logró sentarse en el escritorio de Trump por varios minutos y realizar varias llamadas a mandatarios de todo el mundo, haciéndose pasar por el presidente de los Estados Unidos.
Según las videograbaciones, Obrador aprovechó que había ido a Washington a reunirse con directivos de la ONU, y se aprovechó de su papel de político mexicano para burlar la seguridad y colarse hasta la oficina principal, con la finalidad de poder cumplir su sueño de sentarse en una silla presidencial:
“El señor López ingresó a La Casa Blanca junto con los otros políticos que se reunirían los directivos de la ONU. En un momento Andrés pidió permiso para ir al baño y posteriormente se metió al sistema de ventilación, no sabemos de dónde sacó los planos del edificio pero él sabía que camino recorrer para llegar a la ventilación que daba a la oficina principal, que se encontraba deshabitada ya que Donald estaba en otra ciudad trabajando”, comentó el encargado de seguridad del edificio.
El trabajador menciona que (según las grabaciones de las cámaras de seguridad), Andrés estuvo cerca de 5 minutos admirando la silla presidencial, para posteriormente sentarse en ella:
“Después de admirarla comienza a tocarla (como si fuera un sueño) y finalmente se sienta. Se aprecia que tiene una cara de felicidad y comienza a analizar cada uno de los elementos de la mesa hasta que finalmente toma el teléfono, abre una agenda y le llama a varios mandatarios haciéndose pasar por Trump. El señor estuvo cerca de 25 minutos dando órdenes como si fura el presidente, hasta que nos percatamos que había movimiento en la oficina (cuando se supone que no había nadie) y acudimos a sacarlo”, mencionó.
La policía señala que López “se aferró tanto a la silla presidencial” que tuvieron que sedarlo porque era imposible pararlo: “nunca habíamos visto a alguien aferrarse tanto a una cosa, fueron 4 policías los que intentaron pararlo pero su fuerza era tanta que no podíamos alzarlo. Finalmente tuvimos que inyectarle un sedante para que se durmiera, y aun así estuvo luchando por no desfallecer para que no lo levantáramos de la silla presidencial. Afortunadamente (después de una hora de lucha) logramos separarlo y llevarlo al ministerio para que explicara lo que había hecho”, puntualizó un agente.
Por: Omar Ariel Cortes