México.- Gran angustia y desesperación experimenta Tommy Ibáñez, un hombre de 25 años de edad que desde hace varios meses decidió adquirir un estilo de vida hípster para demostrarle al mundo lo único y diferente que es, tras entrar en pánico por no saber a qué hora vive exactamente ya que él se guiaba por un reloj de arena, y su mundo se descontroló cuando no supo como atrasar el rustico aparato para adaptarse a la finalización del horario de verano.
Tommy menciona asegura que los relojes de manecillas dieron lugar a la era capitalista, es por eso que decidió no solo no guiarse por un reloj digital, sino tampoco uno de manecillas y mejor irse por lo verdaderamente natural que son los relojes de arena utilizados por el año 1300:
“No solo se trata de una cuestión estética, creo firmemente que con la llegada de los relojes de manecillas comenzó la era del capitalismo, fue ahí cuando empezaron a instaurarse los horarios que tratan al obrero en calidad de esclavo, y los humanos se convirtieron en especies de máquinas. Anteriormente el reloj de arena solo era usado para valorar el tiempo, hoy desafortunadamente los relojes actuales dictan las horas en que una persona debe comportarse como robot.
Yo llevaba mi reloj a todos lados, iba a un café o a una plaza y lo colocaba para saber a qué hora vivía. Aunque decidí vivir con este tipo de aparatos no puedo desadaptarme a los tiempos actuales, sobre todo porque tengo un horario muy estricto y si no como mi dieta vegana a tiempo mi metabolismo se desestabiliza, entre otras cosas para las que si necesito saber la hora”, relató.
Ibáñez señala que el día que finalizó el horario de verano intentó adaptar su reloj al cambio pero era imposible: “tipo que había ido por unos mezcales artesanales en un bar alternativo para trans pansexuales que de noche son hetero y de día bisexuales, y se me olvido cambiar el horario. Llevaba mi reloj pero no sabía que hacer: lo primero que se me ocurrió fue voltear el reloj, pero luego me di cuenta que estaba como a 1/3 de su capacidad, ósea que eran como 20 minutos y solo estaba regresando esos minutos.
Puse el reloj de forma horizontal para que se detuviera pero aun así seguía cayendo la arena hacia el área menos densa. Volví a voltear el reloj pero ya habían pasado como 13 minutos con 24 segundos, y al final la arena ya no estaba en la cantidad de antes, y fue cuando me di cuenta que ya no sabía en qué hora estaba viviendo”, dijo preocupado.
Tommy menciona que se prometió a si mismo que durante un año no revisaría ningun reloj normal, ya que teme que sus chakras se desalineen:
“Estoy alienando mis chakras con los astros y me estoy purificando mi alma del mundo actual. No solo se trata de comer alimentos libres de gluten, leche de soya o carne de vacas criadas con música de Mozart, se trata de alejarme del mundo materialista y una cosa importante era deja de guiarme por los relojes actuales.
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Si miro la hora de un reloj digital toda mi purificación será eliminada, no voy a tirar a la basura todo el proceso que he realizado. Me quedan 8 meses para poder volver a ver un reloj actual, ahora tendré que encontrar una forma para poner mi reloj de arena a la hora exacta, o de lo contrario seré un ser atemporal que no conoce los lapsos”, dijo.
El hombre menciona que ya está leyendo libros de como percatarse de la hora exacta dependiendo de las estrellas o la luz: “en uno o dos meses aprenderé a leer el cielo y así darme cuenta que hora es exactamente. No me voy a vencer, alcanzaré el punto máximo de la purificación así tenga que enfrentarme a adversidades como estas, de ser un humano sin tiempo”, puntualizó.
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Por: Omar Ariel Cortes
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