-Primer semestre: entrarás con la mentalidad de “dejarte de payasadas y echarle todas las ganas a la escuela y enfocarte solo a estudiar”.
La primera impresión que le querrás dar a tus compañeros de ti es que eres una persona culta, inteligente e interesante. Llegarás a tiempo a todas tus clases, realizarás en tiempo y forma todas tus tareas y en general harás todo lo necesario para demostrarte a ti mismo que “ya maduraste y te estás tomando en serio la carrera”. Se organizarán las primeras pedas en donde saldrá a relucir la verdadera personalidad de cada uno.
-Segundo semestre: en este semestre ya considerarás a la escuela “como tuya”: te pasearás sin inhibición por toda la facultad, saludarás a los maestros con más confianza y te darás cuenta de que si “huevoneas” un poco” no pasará nada porque la mitad de los profesores no son tan exigentes como pensabas.
En este punto ya habrás definido a tu grupo de amigos. Será común que por lo menos 2 o más compañeros deserten de la carrera. Te referirás a los estudiantes de recién ingreso como “los nuevos”.
-Tercer semestre: te sorprenderá que el primer año haya pasado tan rápido. Durante este semestre será cuando más estudiantes se darán de baja debido a que “ya paso el año de prueba” y muchos se dieron cuenta de que la carrera no era lo suyo.
Para estas alturas ya se habrá definido la personalidad de cada uno de tus compañeros (es común que semestre con semestre se repita el mismo patrón de personas): el que se cree inteligente y solo es matado, el que si es inteligente de verdad, la facilota, el revolucionario, el payaso, el criticón, el borracho, la que no se calla en clase y solo cantinflea, el que todo hace bien, al que nada le sale bien, etc.
– Cuarto, quinto y sexto semestre: te encontrarás en un punto en el que ya estas completamente adaptado al entorno, ritmo de clases y a los profesores. Las materias estarán mucho más definidas ya que se ubican justo en el punto intermedio de la carrera.
Serán los meses en donde más te divertirás con tus compañeros y crearán lazos especiales: saldrán a tomar -o a otros lugares- muy seguido (diario) ya que en realidad no tienen ningún tipo de preocupación importante. En este lapso lo único que te importará será divertirte y disfrutar la vida lo más que se pueda.
-Séptimo semestre: te llegará un poco la melancolía de saber que falta solo un año para egresar (a menos que debas materias y te eches otro semestre o año).
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Te entrará un poco de pánico (¿encontraré buen trabajo? o ¿por lo menos encontraré trabajo?). Te darás cuenta que los alumnos de nuevo ingreso hacen exactamente las mismas cosas que tu realizabas cuando entraste y que te hacían sentir especial: leen los mismos libros que tu estudiaste, hacen exactamente los mismos trabajos y en general repiten los mismos patrones de conducta que tú tenías cuando ingresaste (como si fueran clones de ti y tus compañeros).
-Octavo semestre: tus compañeros y tú no hablarán de otra cosa más que de las prácticas profesionales a las cuales “les pondrás todo tu empeño porque será tu primer empleo relacionado con la carrera” y -según tú- “tal vez te contraten para quedarte a laborar en la empresa”.
El grupo estará más separado y solo se reunirán para tratar temas como la foto y fiesta de graduación, el viaje de generación (si es que hay), etc. Tú Facebook se invadirá de decenas de fotos de personas con toga y birretes de graduación (incluyendo las tuyas) y de frases como “ya casi licenciado(a)” o “a un paso de ser ingeniero(a)”. Te darás cuenta de que tal vez no extrañarás tanto la universidad como pensabas y estarás casi listo para “abrir las alas”, decir adiós e iniciar una nueva vida.
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Por: Omar Ariel Cortes
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