Ciudad de México.- Horas de tristeza, angustia y desesperación vivió la ganadora del Premio Nobel de la Paz, Malala, luego de visitar la Ciudad de México para dar una conferencia en uno de los campus del Tec de Monterrey, y experimentar en carne propia la violencia que se vive en nuestro país al grado de que ahora ha decidido “desistir de su lucha por alcanzar la paz mundial” al darse cuenta que simplemente “es imposible alcanzar esa utopía, ya que al pasar unas horas en un país como México no le quedaron más ganas de seguir luchando por alcanzar una tranquilidad que es imposible de alcanzar.
Según el asistente de la joven, Malala se percató que se vive un ambiente muy tenso en todo México tras sufrir (en solo unas horas de visita) varios intentos de robo, secuestro y hasta una fuerte violencia por el solo hecho de ser mujer, mencionando que nunca había estado en un país tan “sanguinario”:
“Ella hizo escala en Cancún y desde ahí comenzó a notar que algo andaba mal, empezando porque el taxista le cobro $2 mil dólares por trasladarla del aeropuerto al hotel que estaba a solo 2 kilómetros, amenazándola con que si no le pagaba se iba a atener a las consecuencias.
Ella se espantó mucho, posteriormente se dio cuenta que un carro la iba siguiendo aparentemente para secuestrarla ya que se habían dado cuenta que era una persona importante, y podían pedir mucho dinero por su rescate.
Todo esto ocurrió solo en las pocas horas que estuvo en Cancún, una ciudad aparentemente tranquila. Yo le advertí que la CDMX era mucho más peligrosa y en ese momento ella empezó a dudar si quería ir, sin embargo las autoridades le dijeron que en todo momento la protegerían, y así se animó a cumplir con su compromiso de dar la conferencia.
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Al llegar a la CDMX inmediatamente sufrió otro intento de asalto dentro del mismo aeropuerto. Si de por si estaba asustada, quedó completamente impactada cuando comenzó en el trayecto para llegar a la universidad vio como una persona empezó a asaltar a un grupo de ciudadanos con un arma, y justo al lado había una patrulla de policías sin que hicieran nada.
Preguntó al chofer porque la policía no los ayudaba, comentándole que así son las cosas en México. Realmente quedó sorprendida de que hubiera una nación en peores condiciones que su natal Pakistán luego de ser atacado.
En ese momento se hartó y confesó que ya no lucharía por alcanzar la paz, ya que después de conocer México se dio cuenta que la paz simplemente nunca existirá”, relató.
El trabajador menciona que Malala ahora solo quiere regresar a Estados Unidos donde estudia la universidad, acabar la carrera, y olvidarse de todo: “aun en los peores lugares pensé que podría existir algo de paz y por eso luchaba por alcanzarla, pero al conocer la ciudad de México me he dado cuenta que es imposible.
Aquí viven como animales, roban y hacen el mal por instinto, así que me retiro de esta lucha. Ahora solo deseo acabar mi carrera para tener un trabajo normal en un país donde el gobierno ponga orden, y no permita que las injusticias ocurran a la vista de todos como este país. Hoy conocí el mismismo infierno, se llama México y está en la Tierra”, puntualizó decepcionada.
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Por: Omar Ariel Cortes
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