Lizbeth Rodríguez sorprende al reencontrarse con su hermano gemelo perdido

México.- Lizbeth Rodríguez, la chica mejor conocida como “la caza infieles de Badabun”, sorprendió en redes al reencontrarse con su hermano gemelo perdido, un caballo pura sangre de nombre “Montecristo”, de quien la separaron de la caballeriza donde vivía cuando era una cría.

Lizbeth señala que pocas veces había hablado del tema, señalando que a ella la vendieron a otro establo cuando era una cría, alejándola de su familia biológica con la finalidad de entrenarla para ser una caballo de carreras:

“La gente es muy cruel con los animalitos, no solo porque algunos los maltratan, sino porque piensan que no tenemos sentimientos y pueden alejarnos de nuestros familiares sin remordimientos.

Eso pasa mucho con los perritos, gatitos o caballos, nos alejan de nuestras familias como si no fuéramos nada. Lamentablemente como sucede en la mayoría de casos me pasó a mí; nací en un establo muy bonito pero rápidamente me llevaron a otra ciudad para entrenarme y ser caballo de carreras, alejándome de mi mamá y mi hermano gemelo, el cual nunca volví a ver y pude contactar hasta ahora que me volví famosa”, relató.

 

Rodríguez señala que ella tuvo suerte ya que demostró no solo tener talento para correr, sino también para conducir: “si no hubiera tenido suerte y nadie hubiera visto mis dotes para conducir sería un caballo más de un hipódromo, mi vida sería competir en carreras para hacer ricos a otros, pero afortunadamente alguien vio que no solo podía relinchar sino tambien hablar y hasta conducir, y fue que me ofrecieron cazar infieles en Badabun, gracias a eso mi hermano me contactó y me reuní con él” relató llorando.

La yegua conductora señala que aunque el encuentro fue lindo, no sabe si convivirá mucho con su hermano: “el encuentro fue emotivo, principalmente porque somos idénticos en todo, tanto físicamente como en la forma de ser. Tal vez eso es lo que provocó que no tuviéramos tanta química, por supuesto que lo quiero y siempre pensé en él, pero nos criamos separados. No dudo reunirme 2 o 3 veces al año con él, peor no se si podamos convivir seguido como pensaba.

Él por ejemplo si es caballo de carreras, yo soy conductora, tenemos vidas distintas a pesar de ser tan parecidos, pero por supuesto no pienso separarme de él nunca más, lo veré un par de veces al año aunque sea para comer alfalfa juntos”, comentó mientras lanzaba un relinchido de alegría.

 

Por: Omar Ariel Cortes

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