México.- Luego de aceptar abiertamente que le gusta fumar marihuana, la senadora por parte de MORENA, Jesusa Rodríguez, reveló que sus hobbies favoritos son precisamente “quemarle las patas al Diablo”, situación que no le ha causado ningún estrago físico y mental, y que incluso la ha ayudado ser una persona más solidaria ya que cuando fuma mota “le dan ganas de rescatar perritos”.
Para demostrarlo, Jesusa presentó a uno de los perros que rescató, al cual le puso “clítoris”, sorprendiendo a la gente ya que el perro en realidad parece un burro, aunque ella asegura que es un rottweiler:
“Mírame, llevó 50 años fumando marihuana y primero no se me ha hecho adicción, si no la dejo no es porque la necesite, es porque no quiero. Y segundo, es mentira que la mota te causa daño mental, las únicas drogas que te destruyen son las sintéticas; la mota es 100% natural y algo que nos da la naturaleza no puede dañarte.
A mí, al contrario, cuando estoy pacheca me inspiró a rescatar perritos de la calle, como este que me encontré en el monte y le puse clítoris, en honor al aparato reproductor que es como mi mayor vicio, la mota”, comentó mientras se reía al escuchar que le decían que su perro era un burro.
Rodríguez menciona que no ha sido fácil vivir con clítoris, ya que la gente los ve raro cuando sale a pasea con el por la calle: “el primer problema que tuve fue que un granjero me quería demandar por llevarme a su burro, yo le dije que estaba loco, que estaba rescatando un perrito que adensa le daban pasto de comer.
También en la calle cuando lo sacó a pasear nos ven raro, algunos se ríen y otros se quedan extrañados de que lo lleve con correa. Es un perro pero al final actúa por instituto, por eso lo saco con cuerda y no se porque muchos se ríen.
Además, esta rete bonito, tiene pelo grisesito y unas orejotas paradas y una colota que jamás le cortaré. Ya estoy adoptando más perritos, los cuales agarró cuando ando pacheca y me dan más ganas de cuidarlos”, comentó la senadora sin saber que ya esta creando un granja en su casa, aunque ella cree que es un refugio para perros, y todo por el maldito vicio de las drogas.
Por: Omar Ariel Cortes, idea de: Juan Carlos Gurrola