México.- Gran tristeza y desolación experimenta Juliana Pérez, una mujer mexicana que ya se veía desfilando en la pasarela del Victoria’s Secret, y modelando para Gucci o Chanel, luego de enterarse que “las fotos que le tomó su amigo con una cámara profesional no cuentan para que digan que es modelo”, por lo que en realidad no puede presumir que se dedica a esta labor, y menos ponerlo como “experiencia”.
Según comenta una amiga de Juliana, la joven envió infinidad de veces a una agencia de modelaje su “book profesional” (las fotos que le tomó su amigo con una cámara Canon de $10 mil pesos), sin embargo al no recibir respuesta decidió ir a las oficinas, solo para recibir el comentario de que “no es modelo como creía”:
“Ella estaba segura que las fotos que le tomaron con la cámara profesional imitando las poses de las modelos que ve en revistas, era suficiente para decir que tenía un book (registro fotográfico) y por ende tenía experiencia como modelo.
Al enviar sus fotos a la agencia y no recibir respuestas fue ella misma a exigir una explicación del porque no la llamaban para un casting, si ya tenía experiencia. Ante la insistencia los directivos la recibieron, rompiéndole el corazón al decirle que esas fotos que le tomó su amigo no contaban como experiencia, y señalando además que la cámara de su amigo ya esta pasada de moda en comparación a las nuevas tecnologías.
Los directivos además le dijeron que el hecho de imitar (sin éxito) las poses de las modelos que ve en revista no la convierten a ella en modelo, por lo que no tenía la figura, talento, ni mucho menos la experiencia solo porque se fue a un cerro a que le tomaran fotos dizque modelando”, relató.
Los directivos además le encargaron a la mujer que le dijera a su amigo que “no tiene talento para la fotografía”, ya que al igual que las modelos, los fotógrafos wanna be acostumbran copiar las mismas tomas que ven en las revistas:
“Cuando llegan mujeres creyéndose modelos profesionales solo por imitar poses de modelos reales, el problema no solo es de ellas, es de quienes les toman las imágenes ya que se creen unos genios con la cámara, pero solo copian encuadres y tomas de fotos que ven en revistas profesionales.
No, el hecho de tomar una fotografía con una cámara de $10 mil pesos no convierte ni a la mujer que retratan ni al fotógrafo en profesionales, déjense de payasadas porque además nosotros usamos cámaras de $30 mil pesos para arriba, estas imágenes no sirven”, puntualizó tajante el director.
Por: Omar Ariel Cortes