México.- Gran sorpresa causó en los medios Juan Pérez, un hombre con severo retraso mental de 28 años de edad, luego de (evidentemente) tener un accidente automovilístico al ir manejando a 250 km/h (en una zona de máximo 120 km/h) porque el pobre pendejo se quería sentir Dominic Toretto de “Rápido y Furioso” y presumirle a todo el mundo “lo cabrón y triunfador que es para manejar”, luego de no pedir, sino exigirle al presidente López Obrador “que resarce el daño y le de una indemnización”, ya que “era deber del gobierno impedir que gente como él maneje”.
Juan señala que es evidente que todos los fracasados como él que tienen una vida miserable pero se quieren sentir unos dioses (y su máximo sueño es ser admirados) “van a manejar a exceso de velocidad para sentirse invencibles”, huyendo de lugar si matan a alguien y llorando como estúpidos porque perdieron un pie o quedaron paralíticos somo sucedió en su caso, por lo que es deber del gobierno no darle licencias de conducir a gente que como él que este imbécil:
“Si ya saben cómo manejamos ¿para que nos dan licencia?, ahorita que estoy en cama con todos los huesos rotos y quede paralitico de por vida realmente decidí abrir mi corazón y confesar lo evidente: mi vida es tan patética que manejaba a exceso de velocidad para que la gente me admirara, y con el patético afán de que me volteen a ver y todos queden impactados por la forma en que manejaba, y así tener un poco de atención en mi vida.
Obviamente nadie se impactaba al ver mi estupideces, todos me veían como un imbécil, y la verdad una vez estuve a punto de atropellar unos señores pero los esquivé, y estoy seguro que todos vieron la impactante pirueta que hice y como soy tan cabrón que Dominic Toretto se quedaba pendejo frente a mí.
Precisamente ante esto surgió mi pregunta ¿si el gobierno sabe que el mexicano queremos a huevo hacer lo que vemos en el cine y la televisión porque la mayoría estamos acomplejados, para que nos permiten licencia?, era obvio que en mi afán de llamar la atención si no mataba a alguien me iba a matar yo, esta vez no me morí pero nunca volveré a caminar.
Si ya sabían que soy un fracaso ¿porque diablos me dan licencia de conducir?, esto es culpa del gobierno y quiero que reparen el daño, porque por su culpa ahora estoy postrado a una cama de por vida ya que mi columna quedó inservible”, comentó llorando.
Por su parte, la madre del querubín gritó ante los medios que exige justicia y que Obrador rezarse el daño: “¿Por que si la policía vio que mi hijo iba a 250 km/h solo lo fue siguiendo detrás y le fue diciendo por el altavoz que se parara?
Es decir, ¿porque la policía no tiene tecnología de punta para que si alguien va manejando a exceso de velocidad puedan detener su auto con la mente, o no sé, deberían inventar un aparato que apague los carros desde lejos?.
Lo único que la policía hizo fue tratar de perseguirlo y pedir que se parara. Llegué a la zona del choque y me dio mucho coraje e impotencia ver a mi niñito que solo tenía la ilusión de ser corredor de la Formula 1 (pero terminó de Godínez) siendo subido a la ambulancia, mientras los policías estaban como si nada tomando datos del accidente.
Esos malditos de la policía son los que deberían estar en el hospital, no mi niño que lo único que quería era ser el todas mías ,y que las mujeres lo admiraran al ver como manejaba de rápido ¡maldito Obrador, vas a pagar $10 millones por esto, ya estoy harta de los accidentes que han ocurrido a solo un mes de tu gobierno. Maldito, ojala hubiera ganado Meade o El Bronco ya que él solo nos mocharía las manos, no hubiera permitido que mi niñito quedara paralitico”, comentó.
La progenitora menciona que ya fue a demandar a Obrador, y a los policías por no haber tenido poderes mentales de detener a su hijo, así como al gobierno por no darle las facilidades a su hijo de ser corredor de la Fórmula 1, y tener que ir en carreteras manejando a exceso de velocidad para satisfacer su sueño, señalando que espera llevar el caso a las ultimas consecuencias para que su hijo tenga una vida digna siendo millonario, aunque no pueda moverse de su cama nunca más.
Por: Omar Ariel Cortes
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