Chabelo revela que Manny Pacquiao efectivamente participó en la Revolución Mexicana

México.- Luego de que se generara una fuerte controversia al revelarse una fotografía de lo que parece ser el boxeador filipino “Manny Pacquiao” combatiendo en la Revolución Mexicana, el comediante Chabelo confirmó que la foto es real y Pacquiao efectivamente peleó junto con Emiliano Zapata para derrocar al sistema.

Chabelo revela que él también fue participe de la Revolución en el año de 1911, época en que conoció a Manny quien era un exiliado filipino que tenía varios años radicando en México:

“Me uní a la revolución porque creía que México podía ser un lugar mejor, conocí a Zapata y a muchos hombres muy valientes (no como los de ahorita, que se la pasan peleando pero por Facebook). Recuerdo muy bien a Pacquiao, era muy conocido entre los zapatistas por su aspecto filipino, de hecho le apodábamos “el chinito” y él se molestaba porque decía que Filipinas no era China, pero nosotros le decíamos así de broma. Manny era una persona muy valiente, él podía demoler a golpes a cualquier adversario, de hecho eran más peligrosos sus puños que la pistola que siempre cargaba”, dijo.

Chabelo relata que Pacquiao tenía más de 15 años viviendo en nuestro país, por lo que decidió unirse a los zapatistas para hacer de México un lugar mejor:

“El huyó con su familia de Filipinas cuando era niño, nunca supe bien porque, solo sabía que él se sentía un mexicano más y por eso decidió pelar. Fue un elemento muy bueno, derrocó en sus momentos a grandes adversarios y en nuestros ratos libres él y otros zapatistas boxeaban para darnos show, fueron momentos inolvidables que siempre recordare”, reveló Chabelo.

Tras confirmarse la verdad, se descubrió que Pacquiao no tiene 36 años como aseguraba: “muchos ya comenzaron a especular que él podría ser inmortal como Chabelo, si Manny combatió en la Revolución Mexicana eso quiere decir que por lo menos tiene 125 años de edad, definitivamente investigaremos a fondo la situación”, comentó el manager Pacquiao.

Por: Omar Ariel Cortes

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