México.- La noticia del supuesto divorcio entre Peña Nieto y Angélica Rivera ha causado un escandalo mediático: muchos aseguran que se veía venir porque era obvio que solo trabajaron como “actores” para Televisa en lo que duraba el sexenio, otros afirman que se casaron con la intención de enamorarse pero la difícil personalidad de ambos terminó por separarlos, y algunos más aseguran que el mandatario es gay, y ha tenido relaciones formales con hombres como Eruviel Ávila o el actor Eduardo Verastegui.
Sin embargo, y como si hubieran censurado la información, hace años (cuando Enrique apenas anunciaba sus intenciones de contender por la gubernatura del Estado de México) comenzó a circular la historia de Agustín Estrada Negrete, un exprofesor de una primaria del Estado de México, que en el 2010 supuestamente inició un noviazgo con Peña tras conocerlo en su campaña, donde Agustín le ayudó a juntar miles de votos para que ganara las elecciones.
Agustín menciona que tras semanas de convivir, un día Nieto “lo agarró de la cabeza y le dio un beso”, y de ahí “se construyó una relación (homosexual) de closet”:
“Él es muy homofóbico, a él no le gustaba que nos vieran teniendo relaciones sexuales”, aseguró el hombre (aunque creemos que a nadie le gusta eso, a menos que sea exhibicionista).
Estrada señala que Peña es el típico homofóbico que en realidad se la come doblada y que vive temeroso de que la gente se entere, por eso como buen machista “encubre su homosexualidad relacionándose con muchas mujeres”, mencionando que Nieto le reveló que “su pene era para las mujeres, y su trasero se lo daba a los hombres, esa era la filosofía que él marcaba”, aseguró.
Negrete asegura que su relación iba viento en popa, sin embargo, los problemas comenzaron cuando él se disfrazó de mujer para una marcha, cosa que hizo enfurecer a Nieto ya que pensó que si se había vuelto travesti, entonces también revelaría el amorío que tenían: “él pensaba que yo lo iba a denunciar. Un reportero me preguntó si yo era gay y dije que sí, y entonces todos dedujeron que yo traía a Peña Nieto en la palma de mi mano porque también era homosexual”, confesó asegurando que en el Estado de México “era un secreto a voces que a Nieto le gustaba comer arroz con popote.
Por si fuera poco, el hombre se mete en terrenos peligroso, ya que confirma otra de las leyendas más polémicas del presidente, que es la que supuestamente asesinó a su exesposa Mónica Pretelini, asegurando que efectivamente la mató a golpes porque los encontró a ambos teniendo relaciones sexuales.
Aunque el hombre se muestra seguro, muchos dudan de la veracidad de su historia ya que incluye elementos “muy dramáticos y telenovelescos”, como que tras asesinar a Mónica, Enrique comenzó a llorar como niño chiquito, se recostó en su pecho, y comenzó a decir una y otra vez mientras lloraba “que no quería haberla asesinado” (si, como si fuera un guion de Televisa).
El profesor además señala que tras el incidente, Enrique lo mandó encarcelar y contrató unos hombres para que lo violaran, hasta que fue liberado y huyó a Estados Unidos donde radica desde hace años, y donde se volvió travesti de tiempo completo para posteriormente hacerse la jarocha (operación de cambio de sexo) y convertirse completamente en mujer.
No sabemos si sea verdad, pero el hombre parece tener una realidad muy distorsionada ya que en una entrevista aseguró que “él se considera un hombre bastante guapo y atractivo”, y esa fue una de las la razones por la que Peña y otros políticos se pelaban por estar con él, ya que comenta también tuvo una noche de pasión con Eruviel Ávila. Aquí la foto del hombre, para que usted juzgue si tiene una belleza que impacta como el mismo asegura:
Además, realiza una serie de declaraciones que podrían llegar a ser diálogos de La Rosa de Guadalupe, como que “no es fácil ser novio de una persona poderosa, más tardas en ser el novio que en lo que la persona ya te mató, y destruye todas las pruebas habidas y por haber”, señaló mientras comenzaba música dramática de fondo.
El colmo, es cuando afirma que por ser gay “no tiene MATRIX” (si, así lo dice), o de lo contrario se hubiera embarazado de Peña.
Ante todo lo malo, el individuo señala que de las cosas buenas que rescata de la relación (además de haber gozado del cuerpo de Nieto) fue que el presidente era literalmente su Sugar Daddy, ya que entre otras cosas le pago el doctorado y uno que otro gustito: “me daba dinero porque éramos amantes, porque cogía con él”, comentó seguro.
Aquí la entrevista completa con el “amante” de Peña Nieto, y causante de tantas tragedias por culpa de su impactante belleza:
Por: Omar Ariel Cortes