Entrevistamos a la botella que se le quedó atorada a Alejandro Fernández en su famosa leyenda del hospital

México.- Una de las leyendas mexicanas más famosas por excelencia (y que se ha trasmitido de generación en generación) es la que asegura que hace años el cantante Alejandro Fernández “El Potrillo” llegó a un hospital para ser atendido de una zona muy oscura y delicada de su cuerpo, luego de que explorando su sexualidad, se le atorará una botella de cerveza en uno de sus orificios.

La leyenda menciona que Alejandro se metió la botella abierta, lo que provocó que el aire hiciera presión se quedará pegada a su piel, por lo que la única forma de sacarla era realizando una intervención quirúrgica.

Sinceramente dudamos que la leyenda fuera verdad, sin embargo para nuestra sorpresa, uno de nuestros lectores logró contactarnos con la famosa botella protagonista de los hechos, que en realidad resultó ser una caguama y quien con lágrimas en los ojos relató el infierno que vivió hace 15 años.

Llamaremos Negra Modelo “N” para ocultar su identidad, a continuación la desgarradora entrevista con ella:

El Ruinaversal (ER): Hola Negra Modelo “N”, gracias por darnos la confianza de relatarnos lo que ocurrió exactamente en la famosa leyenda.

Negra Modelo (NM): desafortunadamente la leyenda es verdad, y la peor perjudicada fui yo

 

ER: Cuéntanos, ¿Qué ocurrió exactamente esa noche?

NM: recuerdo perfecto que fue un 3 de julio, había llegado a un expendio en la mañana y temí lo peor porque nadie me había comprado en todo el día, y en la madrugada es cuando van los borrachos por cervezas, y casi todas terminamos muertas porque nos quiebran.

Todas las caguamas soñamos con tener una vida larga, estar por años debajo de un lavadero de una casa mexicana totalmente seguras. Recuerdo que esa noche llegaron unas personas muy borrachas y como drogadas, pensé que sería mi fin.

 

ER: Pero lograste sobrevivir, sin embargo tuviste un peor destino…

NM: lamentablemente así fue, al llegar inmediatamente me sirvieron en un vaso; en ese lapso pude ver como había polvo blanco en las mesas y mucha gente tomando, entre ellos Alejandro Fernández, lo reconocí porque había estado estado en varias fiestas y siempre ponían su música.

 

ER: ¿Fue el quien te agarró para tomarte?

NM: no, fue uno de los meseros, me sirvieron y después me pusieron en la hielera. Pensé que estaba a salvo, sin embargo, después de dormirme unas 3 horas noté como alguien me tomó fuertemente y me llevó a una habitación oscura, iluminada por solo una luz neón.

Había escuchado que a algunas de nosotras nos usaban para cosas horribles, y temí lo pero cuando miré a un hombre en la cama en posición de perrito. Después  ocurrió lo peor (comienza a llorar); pasó lo que ya todos saben, lo que cuenta la leyenda: me usaron para insertarme en una parte de El Potrillo donde no debían (rompe en llanto)

 

ER: Entendemos tu dolor, podemos parar unos minutos si quieres

NM: no, es mejor continuar si no nunca podré contar la historia. Cuando empecé a ingresar a esa zona de El Potrillo por supuesto me dio miedo por estar totalmente oscuro, además de que la pestilencia era horrible. Jugaban conmigo y se reían, fueron aproximadamente 10 minutos los que me usaron vilmente, hasta que de repente, sentí como mi cabeza quedaba totalmente pegada a la piel y no me podía desprender.

 

ER: Eso fue porque como dice la leyenda, te metieron con el hueco sin tapar

NM: así es, el aire se me salió e hice presión en la piel, lo que provocó que quedara totalmente pegada. Yo escuchaba que Alejandro gritaba, pero la que más sufrí fui yo; el dolor era terrible, incluso me desmayé y cuando desperté ya estábamos en el hospital.

 

ER: ¿Es cierto que estuvieron a punto de romperte para que lograran sacarte?

NM: así es, esa era la opción más rápida: sacrificarme rompiéndome para que entrará aire y me desprendiera de la piel. Me había resignado a morir.

Sin embargo, de la nada escuché una voz que dijo que era más rápido y menos peligroso meter un pequeño tuvo con aire para ejercer presión y me saliera sin necesidad de romperme. Fue como si el alma me hubiera regresado al cuerpo; en pocos minutos empecé a desprenderme. Cabe aclarar que al salir fue muy humillante, todos los médicos me veían y unos se reían y burlaban.

 

ER: ¿Qué paso después, El Potrillo llegó a pedirte perdón?

NM: para nada, amenazó a todos los presentes con demandar si alguien revelaba lo que había pasado, pero yo no iba a dejar que después de ser ultrajada todavía me señalara culpable de sus cochinadas. Un médico me protegió y él me ayudó a ser yo quien demandará a Alejandro.

Por supuesto tenía las de ganar y por eso Fernández decidió llegar a un acuerdo fuera de los tribunales, dándome mucho dinero.

 

ER: ¿Por qué si llegaron a un acuerdo económico, decidiste contar la vedad?

NM: porque el daño emocional nunca ha sanado ni sanará: la forma en que fui utilizada, como me humillaron, me ultrajaron y que estuvieron a punto de romperme para salir del orificio de Fernández como si no valiera nada. Todo eso me traumará de por vida, y el dinero no compra la tranquilidad.

 

ER: Gracias por ser valiente y alzar la voz para que ninguna otra botella de cerveza o caguama pase por lo mismo

NM: Gracias a ti, espero que la confirmación de leyenda sirva de lección a todos los que nos quieren usar para sus perversiones. Al final todos salimos perdiendo, no se arriesguen

Por: Omar Ariel Cortes

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