México.- Gran alegría vive Mitzy Pérez y todos los asistentes a su fiesta de XV años que comenzó en el año 2016, luego de que el día de hoy la celebración finalmente terminara tras concluir (dos años después) el tradicional vals con los amigos y familiares varones, una de los rituales más famosos de las fiestas de 15 años donde la festejada baila unos segundos con todos los varones que conoce, situación que provoca que las fiesta de 15 años se alarguen uno, dos o -en casos extremos- hasta 3 años.
Mitzy menciona que no quería fiesta si no un carro o viaje, principalmente porque no quería realizar el tradicional vals con los hombres que sabía, le llevaría mínimo un año concluir:
“Yo no quería la fiesta porque se me hace tonto gastar 50 mil pesos cuando puedes invertirlo en un viaje o carro, pero mis papás me presionaron. Principalmente no quería porque sabía que si lo hacía tenía que invertir mínimo un año para bailar unos segundos con todos los hombres que conozco, como dicta la tradición.
Las quinceañeras tenemos que comprometernos a estar uno o dos años seguidos en el salón bailando con los varones que quieran pasar al vals. En ese lapso solo tenemos tiempo para dormir 3 horas diarias, y levantarnos a seguir bailando con los hombres como dicta la tradición.
El problema es que no solo pasa el papá, tío, hermanos o familiares cercanos de las quinceañeras, sino que hasta Juan el de la carnicería quiso bailar conmigo, después se formaron mis primos hermanos, mis compañeros de kínder y primaria que ya no había visto en años, el padre de la iglesia, los monaguillos, los de la banda que contraté, los de las carnitas, los amigos del asilo de mi abuelito, los colados, los amigos del amigo que mi hermano invito, hasta los familiares del norte que no hemos visto en años vinieron solo para bailar el vals conmigo. No pensé que duraría tanto pero después dos años aquí estoy, cansada pero feliz que ya baile con el último hombre”, comentó el día de hoy la joven de ahora 17 años.
Mitzy menciona que hacer quince años es un sacrificio muy grande por esta tradición, por lo que pide que la eliminen: “los invitados van felices para atascarse de mole, carnitas y cervezas gratis, pero en cuanto empieza el vals se desesperan.
Algunos aguatan 3 horas viendo como todo los hombres que conozco pasan a bailar conmigo, pero a las 5 horas se desesperan y se van. Además es una inversión de gasto fuerte porque durante los años que dure el vals los invitados pueden regresar cuando quieran y tiene que haber comida y bebida siempre, por lo que pido eliminen este ritual o haya una ley que ordene que solo máximo 200 varones puedan pasar a bailar el vals con la quinceañera, para no hacer tan larga la celebración”, puntualizó.
Por: Omar Ariel Cortes
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