Suecia.- El presidente del Premio Nobel, Olav Njolstad, citó a los medios a una conferencia de prensa para presentar al ganador del Nobel de Literatura de este año, sorprendiendo fuertemente al revelar que se trata del candidato a la presidencia de México, Ricardo Anaya, quien obtuvo el codiciado galardón por literalmente “haber escrito una obra inexistente”.
Olav señala que “quedaron fascinados con la metáfora literaria que Anaya creó al fantasear que había escrito un libro para llamar la atención de los ciudadanos”, señalando que están hechizados con la estrategia de haber concebido un texto ilusorio al que cada persona le puede dar una interpretación personal:
“El señor Anaya llevó elevo el arte a un nivel superior que pensamos no se podía alcanzar. Durante años analizamos los elementos que tendría que tener el libro perfecto, gastamos mucho tiempo en esperar que llegara alguien que escribiera un texto tan exquisito que encantara a todas las mentes del universo sin importar su condición.
Con Anaya nos dimos cuenta que desperdiciamos décadas esperando que llegará un salvador de la literatura que creara ese texto perfecto, cuando en realidad el texto perfecto está en cada una de nuestras mentes, ya que cada persona desarrolla una perfección intelectual que solo es comprensible con su capacidad analítica.
Eso fue los que el señor Ricardo nos enseñó con este libro inexistente, que la mejor obra literaria que alguien puede leer, es la que tenemos cada uno en nuestra cabeza”, relató.
El director comparó la idea del presidenciable con el denominado “arte moderno”: “la gente critica que haya exposiciones que solo muestren una pared en blanco, una cubeta con agua o figuras de legos tiradas, afirman que eso no es arte y solo son trabajos pretenciosos para hacernos creer que son unos genios.
Eso mismo pasa con el libro inexistente de Ricardo, que no fue una estrategia de campaña como dicen, fue una experimento para poner aprueba nuestra intelectualidad, y sin querer abrió la llave a una puerta personal al arte que cada ser humano tiene en su cerebro, algo que es tan íntimo que ni su alma gemela podría comprenderla. Así es el libro inexistente de Anaya, un estallido de pureza y genialidad tan personal como un profundo sentimiento racional”, relató.
El presidente mencionó que ya enviaron a Anaya el mensaje informándole sobre su triunfo, limitando a agradecer en tono sarcástico “que jamás se imaginó ganar un premio tan importante como el Nobel Literatura sin tener que gastar un solo peso en impresiones”.
Por: Omar Ariel Cortes