CDMX.- El lunes pasado se anunció que la titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) Rosario Robles, dejaría su puesto para integrarse al equipo de campaña del candidato José Antonio Meade, por sugerencia y recomendación del presidente Peña Nieto.
A pesar de las acusaciones en su contra de desviar mil trescientos millones de pesos de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), Peña aseguró que Chayo ha sido es una pieza importante durante todo su mandato.
Con algunas reservas, Meade permitió a Robles integrarse a su equipo de campaña, y aunque todo comenzó bien, los problemas iniciaron este miércoles cuando al revisar las cuentas del partido se percataron que misteriosamente todos los fondos habían desaparecido.
Preocupados, iniciaron una investigación para descubrir facturas por la compra de mil playeras impresas con el nombre de Meade por el importe de $100 millones de pesos, treinta autobuses rentados por adelantado para transportar a los acarreados con valor de $50 millones de pesos, facturas por concepto de tortas de queso de puerco y frutsis por $300 millones de pesos, y varias más por frascos de café y sobrecitos de crema con un total de $250 millones de pesos, acabándose así todo el presupuesto.
Se percataron que las facturas estaban a nombre de Rosario Robles, a quien de inmediato cuestionaron, y aunque al principio negó las acusaciones de las cuales era objeto, posteriormente aceptó haber desviado los $800 millones. Robles relató con lágrimas en los ojos que padece cleptomanía y por su enfermedad se le ha hecho tradición desviar recursos, asegurando que devolverá el dinero.
Por su parte, Meade manifestó que ha quedado sorprendido sus grandes aptitudes para robar dinero en tiempo record, y de ganar la presidencia la pondrá al frente del Banco de México para hacer crecer la economía del país.
Por: José Luis Morales
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